El núcleo Confluencia quiere definir las alianzas. El recuerdo de los roles del pasado. El "no" de Ramón Mestre a Javier Milei y a Martín Llaryora.
Ramón Mestre, exintendente de Córdoba, quiere su revancha en la UCR.
Jorge Sappia, Ramón Mestre, Carlos Becerra y Fernando Montoya en el último acto en Casa Radical: ni con La Libertad Avanza, ni con el Partido Cordobés.
Soledad Carrizo, Marcos Ferrer y Rodrigo de Loredo, dos mates y un acuerdo político para la UCR de Córdoba.
“Todo indica que vamos a competir”, anuncian desde cada uno de los campamentos de la UCR de Córdoba, a horas del cierre de alianzas para la renovación de autoridades partidarias. Por el momento, los sectores agrupados que están midiendo fuerzas son los liderados por Rodrigo de Loredo, Ramón Mestre y Myrian Prunotto.
En esa compulsa centenaria, son dos los anzuelos que no quiere morder Confluencia, el espacio liderado por el exintendente de la capital: por una parte, la trampa de La Libertad Avanza a la que parece arrimarse el jefe de la bancada radical en Diputados y, por la otra, el Partido Cordobés de Martín Llaryora, que la tiene como protagonista a la vicegobernadora radical.
Para garantizar un acuerdo con Marcos Ferrer, espada de De Loredo para el Comité Provincia, Mestre necesita un mensaje concreto del intendente de Río Tercero: “Con Javier Milei, no”.
Ya son públicas las manifestaciones del último senador radical que tuvo la provincia. Lo hizo con contundencia en la cumbre de Villa Giardino y en el locro del 25 de mayo que compartió con Carlos Becerra (Identidad Radical), Dante Rossi (Construyendo Córdoba) y el tándem integrado por Fernando Montoya y Franco Jular (Córdoba Abierta).
Ese día patrio, Mestre dio la primera señal pública de un armado que pretende ser contrapeso al de De Loredo, quien no descarta un acercamiento con LLA para continuar su estadía en la Cámara de Diputados el año que viene, tras el inminente final de su mandato como legislador nacional.
Por otro lado, Mestre ya anunció que el radicalismo de Córdoba tampoco puede caer en los brazos de Llaryora a través del Partido Cordobés. Así, le embarra la cancha a Prunotto, que no disimula sus ansias de que el mestrismo confluya en el sueño de desafiar a De Loredo de manera conjunta.
Los radicales más memoriosos recordarán que el De Loredo, en 2018, condujo los destinos del Congreso Partidario de la UCR cuando Mestre era titular del Comité Central de la Provincia. En esos tiempos, el líder de Evolución contaba sólo con 12 congresales titulares y ensayaba equilibrios con el entonces intendente de Córdoba. Ahora, el mestrismo espera el mismo gesto, para garantizar los pesos y contrapesos en la sucursal boinablanca del partido.
A Mestre lo avala haber conseguido para el radicalismo la intendencia de Córdoba en dos oportunidades y haber sido el último radical cordobés en ocupar una banca en la cámara alta. También, defiende al centenario partido de cada uno de los embates propinados desde adentro y desde afuera. Ya lo hizo en tiempos en que gobernaba Mauricio Macri. Por eso, en un virtual acuerdo con De Loredo, su núcleo quiere la presidencia del Congreso partidario en la cabeza del exintendente de Córdoba.
Es que para el mestrismo ese órgano sería la prueba más cabal de un equilibrio, ya que tiene a su cargo la política de alianzas y las alquimias electorales de la UCR. Así, el exintendente de Córdoba podría asegurar que el partido no corra a los brazos de Milei, se da por descontado que tampoco a los de Llaryora. Por otro lado, desde el mestrismo buscan que la mitad de los secretarios del Comité Provincia sean para su nucleamiento.
En tiempos de enojo ciudadano por la situación que atraviesa el país, algunos radicales quieren evitar la interna. En tanto, en el mestrismo, abogan por llevar adelante un acuerdo que deje no sólo a las partes equilibradas, sino claridad en el plano ideológico: lejos de LLA y del Partido Cordobés.
Por eso, en el campamento mestrista comenzaron a pedir que su líder encabece, en un futuro acuerdo con Ferrer, el Congreso partidario. ¿Un precio demasiado alto para de Loredo o la posibilidad concreta de alcanzar los equilibrios y un acuerdo intrapartidario?