Bajo el paraguas de expresiones de buena voluntad, los concejales platenses Gabriel Bruera y Florencia Saintout exhibieron este jueves, a dos días del vencimiento del plazo para la presentación de las listas para las primarias del 13 de agosto, la tensión que marca la relación entre los dos sectores de los que depende, en muy buena medida, la suerte de la exhortación a la unidad que fue eje central del discurso de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto que encabezó el martes en el estadio de Arsenal, cuando presentó públicamente el frente electoral Unidad Ciudadana.
En sendas entrevistas con 221Radio, los ediles coincidieron en señalar que la conformación de una lista de unidad en la capital provincial es el objetivo que marca las negociaciones entre los dos sectores –el bruerismo, que suma al ex denarvaísta Gonzalo Atanasof, y La Cámpora, que trabaja con mayor sintonía con el espacio que lidera el ex ministro de Justicia y ex intendente Julio Alak. Pero, aunque cuidaron cada palabra, revelaron los escollos que aparecen en el camino hacia esa síntesis proclamada.
“Todos tenemos que ceder”, dijo Bruera, pero no precisó si esa voluntad sea tal como para resignar la colocación del apellido del ex intendente en la lista, que es una pretensión de los que no están dispuestos a compartir boleta con integrantes de la familia que gobernó la ciudad entre 2007 y 2015. No obstante, tampoco lo descartó. Fue enfático, sí, en que, en una formación de consenso, “tiene que haber representantes de todos los sectores”.
Saintout, por su parte, no pudo responder que está en condiciones de garantizarle a CFK la unidad que la ex mandataria está reclamando. Marcó que “la contradicción principal es el neoliberalismo”, pero habló de “enormes” y “profundas” diferencias con otros sectores del peronismo platense. Para graficar esa tensión, recurrió a la metáfora de Hipólito Yrigoyen que –aclaró- se le adjudica a Juan Perón: “Los ranchos se construyen con bosta y con barro. Hay que ver cómo sale esto para que no haya tanta bosta que no nos permita seguir construyendo, pero a la vez que no seamos tan puristas que nos quedemos con una lista que jamás sea una opción de poder y que no podamos enfrentar al neoliberalismo, que es cada vez más feroz en los barrios de esta ciudad”.
PEROS. Bruera no descartó que su hermano Pablo, el ex intendente, termine integrando alguna lista. “Eso lo vamos a saber el sábado”, dijo -dos veces-, aunque se esmeró por dejar un mensaje cristinista. “Lo más importante es que venimos trabajando en unidad en los hechos a través de un buen bloque legislativo (la referencia es para la bancada del FpV-PJ del Concejo Deliberante). Necesitamos que esa unidad se pueda plasmar en una lista. Sería lo mejor”, señaló.
Consultado sobre la chance de resignar la colocación del apellido Bruera en la lista, se refugió en una expresión genérica: “Nosotros estamos dispuestos a un diálogo en el que todos tenemos que ceder”, dijo, porque, “si vamos creyendo que somos los dueños de la verdad, no vamos a proponerle a la gente lo que está buscando”, advirtió. No obstante, aclaró: “Obviamente, tiene que haber representantes de todos los sectores” en una eventual nómina de consenso.
“Ojalá” pueda darse el escenario que pide la ex presidenta, dijo Saintout un rato después. Pero no escondió las dificultades. “Con las diferencias enormes que tenemos, hemos tratado de trabajar juntos y de encontrarnos en algunos puntos en común para ponerle un freno a este gobierno que trae tantos problemas en la ciudad”, indicó.
-¿Está dispuesta a compartir lista con un Bruera?- se le preguntó.
-No es una decisión mía. Lo estamos discutiendo con muchos compañeros. A lo que estamos dispuestos es a compartir un programa. No la voy a caretear: la política tiene nombres, pero me parece más importante discutir en qué programa estamos de acuerdo- respondió.
La decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata admitió que “la unidad es muy fácil decirla pero es muy difícil construirla y no por mezquindades, sino porque, a veces, hay diferencias que son profundas. Pero la gran contradicción tiene que ser con el neoliberalismo; eso es lo que hay que frenar”.
Fue entonces cuando la concejala apeló al libro de citas del campo nacional y popular y habló del barro y de la bosta. Lo que no hizo fue ponerle nombres a una cosa y a la otra. Se entiende: no hubiera sido lo más prudente con las negociaciones todavía abiertas.