“La verdad, lo que está pasando nadie te lo va a poder explicar muy bien, pero mientras el consumo no levante un poco vamos a seguir en el sube y baja”, confesaba un dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) ante la consulta de Letra P. Es que las fábricas volvieron a reportar en abril –última medición completa- una caída del 2,2% en la producción, cuando el mes anterior había reflejado un alza marginal del 0,4% que había entusiasmado a los equipos económicos del Gobierno al punto tal de calificar la suba como el inicio de una tendencia. Los economistas de la entidad fabril consideraron además que en el primer cuatrimestre la desmejora acumuló un 2,9%. Los impactos más relevantes fueron una baja en la producción de autos del 15% y un crecimiento menos importante en los insumos metálicos y cemento para abastecer, sobre todo, obra pública.
Pero hay un ítem que generó casi tanto malestar en los dirigentes como la baja interanual global. El número de aumento de las importaciones, que fue del 13,6% respecto a abril del 2016. Fuentes de la entidad contaron a este medio que “están entrando desde alimentos y bebidas hasta calzado, muebles y libros”. Y los destinos que más colocan son Brasil y, en menor medida, China. Santa Fe, en ese pelotón, es la plaza que mayor inundación de productos brasileños tiene. En el detalle nacional, del total de importaciones se explica en un 7,7% por cantidades físicas, y un 5,4% por el aumento de precios. Ahora bien, si se miran las importaciones de bienes de consumo, cuestiones básicas que ya llegan elaboradas como se mencionó antes, el alza fue de 12,1% en dólares, siendo el ingreso desde Brasil el mayor impacto, con un alza de casi el 20%.
El detalle sector por sector es bastante gráfico: cayó 15,1% autos; 2,6% sustancias y productos químicos; edición e impresión (-2,4%), papel y cartón (-7,3%), y textil (-11%), entre otros. La caída que experimentaron estos sectores fue parcialmente contrarrestada por el incremento que experimentó el bloque de metales básicos (+12,2%) por la mayor producción de acero (+15,1%), y por el alza del bloque de minerales no metálicos
(+8,2%) impulsado por los mayores despachos de cemento (+10,7%) y de insumos para la construcción (+6,6%). La producción metalúrgica creció 0,3% en comparación con abril de 2017, registrando un incremento en la actividad después de 16 meses con caídas consecutivas. Sin embargo, el desempeño de abril fue heterogéneo con sectores como maquinaria agrícola que crecieron 20% y bienes de capital que descendieron 13%.
¿Qué se espera para mayo? Los datos preliminares aún sin procesar reportan una expectativa de mejora. “La producción industrial de mayo muestran que los sectores que en 2017 registraron incrementos en el nivel de actividad, continúan manteniendo la misma
tendencia. Los despachos de cemento crecieron 8,7%% durante mayo en términos interanuales, los de despachos para la construcción 14,5%, y acero 4%. A su vez, la producción automotriz creció (+13,8%) después de 3 meses de caídas consecutivas”, destaca en informe de UIA.
Otra cifra que muestra por qué la caída del consumo sigue jugando en contra de la recuperación plena de la economía es la producción de alimentos. Los datos que aportó la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), la producción de alimentos y bebidas acumula una caída de 1,7% en lo que va del año, continuando así la tendencia del año pasado, en el cual el sector cerró con una caída del 1,2%. No obstante, sin considerar el complejo de oleaginosas, el sector acumula un crecimiento del 0,6% durante el primer cuatrimestre de 2017.