"Quiero que la gente tenga tranquilidad. Olavarría al completo, la provincia de Buenos Aires y el gobierno de la Nación estamos trabajando fuertemente para solucionar lo que tenemos hoy", dijo Ezequiel Galli el domingo al mediodía, horas después que se confirmara el fallecimiento de dos personas y la internación de más de una docena, tras una avalancha en el recital del Indio Solari. Las expresiones tuvieron su correlato horas después con el arribo del ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín de la Tarde, que llegó a ciudad a ayudar a apagar el incendio, ante los rumores de que se activen mecanismos que terminen con su destitución.
Lejos del reconocimiento planificado, luego de promocionar y respaldar uno de los recitales nacionales más esperados de los últimos meses, este lunes la administración municipal de la ciudad de Olavarría se enfrenta a una crítica situación, derivada de la muerte de dos personas víctimas de una avalancha durante el recital del Indio Solari en el predio La Colmena.
Con los ojos de la justicia puesto en la organización, la habilitación del lugar, los controles dentro y fuera del predio, el joven intendente macrista aparece en la escena muy cuestionado por la opinión pública, aunque él asegure que no tiene “responsabilidades legales con los fallecidos”.
Ante este escenario, y fiel a su rol de bombero político, Joaquín de la Torre llegó a la ciudad a ayudar al jefe comunal a desplegar estrategias para reflotar la cuestionada gestión y evitar que la oposición adopte un protagonismo que lo deje al borde de la desticución.
El panorama no es alentador en el Concejo Deliberante. Sucede que después del portazo de dos concejales radicales, que se nuclearon en torno al bloque Radicales Convergentes, la bancada de Cambiemos quedó con cinco integrantes de un total de veinte. En la oposición, los lugares están desperdigados. Seis son del eseverrismo (Olavarría para la Victoria); tres son monobloques peronistas, hay dos ediles ex esaverristas (Renovación Peronista) y dos que representan al massismo. Habrá que evaluar cuáles son las negociaciones que ha tejido en los quince meses de mandato el oficialismo y cuáles se mantienen tras la tragedia, y si eso alcanza para evitar que el joven macrista sea destituido.