Noah Bryson Mamet, el embajador de los Estados Unidos en Argentina, ofrecerá un brindis de despedida en su residencia el próximo miércoles 18, cuando falten 48 horas para que concluyan sus funciones como diplomático, en el mismo momento en que el magnate Donald J. Trump asuma la presidencia de la principal potencia global y se mude a la Casa Blanca.
El brindis, según explicaron fuentes de la embajada, se realizará en el Palacio Bosch y será el último acto público que protagonizará Mamet como embajador, aunque distintas versiones indican que se quedaría a vivir en Argentina, una información que comenzó a circular cuando presentó su renuncia formal el 7 de diciembre pasado que se hará efectiva el próximo viernes 20. Se espera que el brindis de despedida cuente con la presencia de distintos funcionarios del Gabinete, como la canciller Susana Malcorra, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro de Educación Esteban Bullrich, su colega de Seguridad Patricia Bullrich y parte del equipo económico, como el titular de la cartera de Producción Francisco Cabrera, su colega de Finanzas Luis Caputo y funcionarios de segunda línea.
Fuentes diplomáticas confiaron que el brindis no tendrá el despliegue que tuvo la última conmemoración del Día de la Independencia de ese país durante el 4 de julio pasado, que se realizó en el Palacio San Miguel con más de 2.000 invitados, una de las recepciones de la embajada norteamericana más concurridas de la última década.
En la recepción prevista en la residencia donde este año se alojó el presidente Barack Obama, Mamet dejará el mando de la representación diplomática en manos del encargado de negocios Thomas Cooney que fue enviado por el Departamento de Estado en septiembre pasado para reemplazar al influyente Kevin Sullivan, que desempeñó el mismo cargo en dos oportunidades. La última vez fue a partir del 6 de julio de 2013 cuando la ex integrante de la Corte Suprema Wilma Martínez terminó sus funciones, y lo dejó en manos del ministro consejero hasta que el presidente Barack Obama nominó a Mamet. El acuerdo del Senado para confirmar su designación demoró casi un año y finalmente fue confirmado el 2 de diciembre de 2014. Hasta entonces Sullivan estuvo al frente de la embajada, tal como lo hizo entre 1997 y 2000, cuando fue designado para suplantar a James Richard Cheek, el diplomático de bandera estrellada que se hizo hincha del Club San Lorenzo de Almagro.
El rol que desempeñó Sullivan hasta que volvió a Washington ahora está en manos de Cooney que desde el 20 de enero estará al frente de la embajada hasta que Trump proponga un nuevo embajador político, cuya nominación deberá ser analizada por el Senado.
Mamet fue un destacado recaudador de campaña del Partido Demócrata, a través de Mamet Associates LLC, una empresa de lobby con base en Californa, desde la que trabajó activamente para las campañas presidenciales de Obama. Su designación en el Senado estuvo cruzada por los cuestionamientos que le dedicaron los miembros del Partido Republicano por la falta de conocimientos para estar al frente de la delegación diplomática en Buenos Aires. Sin embargo, cuando fue finalmente designado Mamet hizo valer su relación personal con Obama, un vínculo que se notó con claridad durante la visita que protagonizó el jefe de la Casa Blanca durante marzo pasado, poco después de la asunción de Mauricio Macri como presidente.
Desde que la administración de Cambiemos llegó a Balcarce 50, Mamet recibió a más de 60 funcionarios de primera y segunda línea que llegaron a Buenos Aires para llevar en tiempo récord un proceso de acercamiento entre Washington y Buenos Aires que fue lanzado en marzo mediante el Diálogo de Alto Nivel por ambos mandatarios, y ordenado en septiembre pasado, durante la visita del secretario de Estado John Kerry. Tras la rúbrica del protocolo de acercamiento con la canciller Susana Malcorra, fue designado Cooney que tendrá en sus manos la conducción de la embajada norteamericana hasta que Trump y su secretario de Estado Rex Tillerson (ex CEO de Exxon Mobil) envíen al Senado los nombres de los embajadores propuestos para distintas partes del mundo.
El nombre y el tiempo de designación del próximo embajador político de los Estados Unidos en Buenos Aires es un enigma por ahora. Fuentes de la cancillería argentina no esperan una veloz designación, mientras que otros funcionarios apuestan a un rápido nombramiento que tendrá en sus manos la interlocución de Trump con Macri, que ya se conocen desde la época en que la Sociedad Macri (SOCMA) intentó desembarcar en Nueva York para desarrollar negocios inmobiliarios y el dueño de la Corporación Trump los expulsó del negocio.