El nuevo Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, asumirá formalmente su cargo tras la jura de este miércoles, a partir de las 18 horas en Presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense. Lo hará junto al resto de los defensores adjuntos que forman parte de la nueva estructura del organismo: Walter Martello, Eduardo Ancona y Marcelo Honores.
No habrá un acto formal, sí un encuentro en el despacho del titular de la Cámara baja provincial, Manuel Mosca. El nuevo equipo que comanda Lorenzino ya se encuentra realizando reuniones para comenzar a trabajar de inmediato.
La designación de Lorenzino como Defensor se dio en la última doble sesión de 2016 en la Legislatura, en el marco de un paquete de leyes que involucró también al Presupuesto 2017 y a las autoridades de Cámara. La negociación de los enviados de la gobernadora María Eugenia Vidal con un grupo de intendentes peronistas fue la clave para que el ex diputado del Frente Para la Victoria y -en su momento- uno de los más cercanos al ex gobernador Daniel Scioli, se quede con el lugar que durante muchos años ocupó Carlos Bonicatto.
Fueron interminables semanas de tironeos entre oficialistas y opositores, en el marco de negociaciones que encabezaron los intendentes peronistas del grupo Esmeralda con los enviados de la mandataria provincial.
La estructura actual encabezada por Honores como secretario general se disuelve, para que se reubiquen los nuevos adjuntos, que en realidad la única diferencia que tienen con respecto a los actuales secretarios es que cuentan con el voto de las Cámaras y la estabilidad de cinco años. Pero lo que existirá constitucional y legalmente es la figura del Defensor. Lorenzino será quien delega las distintas responsabilidades, competencias y atribuciones a los distintos adjuntos, descartando la posibilidad de un manejo compartido.
"Me he juntado con los que van a hacer mis adjuntos, con los tres: tres personas que conozco muy bien y que creo van a poder colaborar en las distintas áreas en las que les voy a ir delegando tareas. Sobre todo entendiendo que en esta nueva etapa, mi mayor objetivo tiene que ser ser voz de los que no tienen voz. La Defensoría tiene que ser un órgano absolutamente parcial, que tome partido por los más vulnerables, que defienda a los que menos tienen y que trate siempre de componer con el Estado políticas públicas que sean solución de los problemas. Nosotros no somos denunciadores compulsivos ni tenemos vocación de estar descalificando al Gobierno; al contrario, queremos componer críticamente la solución del problema y ese va a ser el desafío en esta etapa", le había dicho Lorenzino en una entrevista con Letra P, a fines de 2016.
Por su parte, Martello también analizaba el panorama en diálogo con este medio, en la misma fecha: "Si alguien piensa que por tener una pertenencia partidaria va a estar limitada mi acción se van a volver a equivocar. Voy a tratar de honrar mi cargo que es de los más importantes de la provincia, que tiene como requisito de elección una dificultad más amplia incluso que el Procurador, porque requiere ser elegido por los dos tercios de cada Cámara".