Aunque María Eugenia Vidal no precisó de La Matanza para ganar la gobernación bonaerense, la mandataria anhela conquistar la comuna más populosa de la Provincia y uno de los históricos nichos peronistas del conurbano.
Sin referentes propios ni estructura montada, ubicó en la pelea territorial al peronista -con un tránsito por el Frente Renvador- Miguel Saredi, un viejo enemigo del cacique local del PJ, Fernando Espinoza.
La apuesta sirvió para conquistar algunas localidades, como fue el caso de San Justo, Lomas del Mirador y Ramos Mejía, donde la boleta de Cambiemos le ganó a la del FpV.
Pero en el resto de la comuna tuvo una muy baja aceptación. Pasados los comicios, Vidal inició en el territorio una estrategia de mayor exposición Pro, con varios de sus ministros como principales laderos.
Uno de los interesados es el titular de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien vivió en el municipio y desplegó parte de su carrera docente en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), donde fue decano del Departamento de Abogacía y Ciencias Políticas hasta 2011. Finocchiaro fue, además, vocero de la institución y quien defendió mediáticamente al rector, Daniel Martínez (ocupa el cargo desde 1997), sobre quien pesaban denuncias por abuso de autoridad y defraudación.
En la UNLaM fue donde se gestó la juventud Pro en 2013, una agrupación que logró sumar adeptos a partir de las palabras de la entonces presidenta, Cristina Fernández, cuando durante una conferencia de prensa en la Universidad de Harvard, y ante la pregunta de un estudiante argentino vinculado al Pro, realizó una antipática comparación con los estudiantes de la Universidad matancera.
Hernán Berisso, el director de Consejos Escolares de la Provincia, es uno de los hombres de Finocchiaro en La Matanza y fue quien comandó al Pro en el territorio durante la campaña de 2015. Lo acompaña el actual presidente de la Juventud Pro, Lucas Córdoba, quien fue alumno de Finocchiario en la UNLaM. Córdoba es el coordinador del Programa Empleo Joven, que funciona en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Sucede que Jorge Triaca, el jefe de esa cartera nacional, es otra de las figuras Pro con desembarco en La Matanza.
El funcionario, de origen peronista, cuenta con Gustavo Vélez, su subsecretario de Promoción del Sector Social de la Economía, como principal operador territorial. Vélez ocupó el quinto lugar de la lista de candidaos a senadores provinciales por la tercera sección de Cambiemos.
Está, además, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, quien inicio su desembarco mucho tiempo atrás, cuando no existía el vidalismo.
Es por eso que, de todos, es a Ritondo a quien se menciona como posible candidato para encabezar la lista de diputados provinciales por la tercera, el próximo año.
La raíz peronista y el conocimiento territorial lo ranquean, además, como uno de los posibles candidatos a la intendencia. Aunque para esto falta mucho tiempo y que algunas de las varias estrategias que comenzaron a desplegarse den sus frutos.
En la agenda formal, están los timbreos y las recorridas que llevan adelante estos funcionarios junto a dirigentes más locales y legisladores.
Aparecen también en el menú de Cambiemos la campaña por la división del municipio, sumada a los pedidos de informes elevados desde el Concejo Deliberante que apuntan a la gestión municipal del peronismo, aunque en este último caso son acciones más declamativas que efectivas, ya que Vidal tiene poco para mostrar en un Concejo de mayoría peronista.
El oficialismo provincial esta escindido en dos bloques. Uno es “Cambiemos Juntos La Matanza”, compuesto por Miguel Calvete e Isabel Barreto, cuya referencia es Saredi. El otro, “Cambiemos UNA”, presidido por el abogado macrista Miguel Racanelli e intregado por dos ex massistas, Abraham Delgado y Natalia Ybalo, y la concejala Mirta Redes, que responde al ex legislador Carlos Piriz.
Como satélite, con cierta fuerza de movilización pero escasa repercusión en votos, está el lilito Toty Flores, creador de la cooperativa La Juanita, radicada en el corazón de Laferrere.