Por Leandro Renou y Claudio Mardones
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Por Leandro Renou y Claudio Mardones
Cuando empezó a organizarse el Foro de Inversiones que culminará este jueves, el Gobierno ya sabía que el rubro energía sería el de mayor interés para la atracción de inversiones. En realidad, una necesidad mutua: apuro del Ejecutivo por dejar de correr de atrás a la demanda y oportunidad para el sector corporativo en un país que cuenta con un potencial nada despreciable en materia de recursos naturales. Así las cosas, el Ministerio de Energía, comandado por el ahora respaldado Juan José Aranguren, empezó a mostrarle al capital cuál es la meta energética de Argentina, para la cual precisa de la inyección de dinero que debería venir del exterior.
La presentación, elaborada en conjunto entre el organismo de inversiones y Energía, estuvo a cargo de Alejandro Sruoga, secretario de Energía Eléctrica, que ya había ocupado ese cargo durante el gobierno de Fernando De la Rúa. El programa fija plazos de inversión hasta el año 2025, con un esquema de incorporación de 21 gigavatios nuevos (diez en energía renovable, ocho en energía provista por centrales térmicas, tres de hidroeléctrica y 0,1 de energía nuclear).
El funcionario -padre de dos de las mejores jugadoras de Las Leonas- reconoció, de todos modos, que el país tendrá “un verano complicado en potencia y un invierno complicado en energía”.
Según explicaron a Letra P fuentes que trabajan en atraer inversiones energéticas, una de las claves será la liberalización de los mercados. De hecho, lo dijo el propio Aranguren sin tapujos: “Queremos procesos competitivos, no un acuerdo entre partes; es decir que confiamos en que la libre competencia regule este proceso (…) No queremos que sea el Gobierno el que decida, sino el sector”, detalló.
Lo escucharon con atención empresarios del rubro y algunos de mucho peso, como Alí Moshiri, representante de la estadounidense Chevron para África y América Latina, y el presidente de YPF y ex JP Morgan Miguel Gutiérrez. Por el lado de los argentinos, al que se lo vio muy activo en la primera jornada del Mini Davos fue al propietario de Pampa Energía, Marcelo Mindlin. Es que el hombre tiene importantes intereses, sobre todo en generación alternativa. Además de los 100 MW que hace un mes ganó para ser instalados en la central Loma La Lata, el flamante comprador de Petrobrás presentó la propuesta de sumar 200 MW eólicos y 100 solares. Lo solar será todo en Catamarca, mientras que habrá molinos en dos zonas de Bahía Blanca, como Cabildo y Coronel Rosales. Sus laderos aseguran que Mindlin no está acompañando formalmente al Gobierno en el acercamiento de inversores, pero a lugar que lo invitan, lugar al que asiste. Está convencido, dicen, de que el futuro son las renovables.
Por parte del Gobierno, el más formado en el tema es el secretario de Renovales, Sebastián Kind, el que más sorprendió al auditorio y a los paneles, de los que también participaron Mauricio Bezzeccheri, titular local de la italiana ENEL, que posee la mayoría de las acciones de EDESUR, y Martín Genesio, de AES. Este último cuadro fue el encargado de un sinceramiento feroz cuando, mientras se hablaba de tarifas atrasadas, aseguró que los empresarios también fueron culpables de la situación que ellos consideran de retraso.
Por lo que trascendió en la reunión, todas las cuestiones de energías limpias estarán presentes en las discusiones que se den en las audiencias públicas de las tarifas, que empezarán el viernes y terminarán el día domingo si se respeta el orden de participación de los expositores.