La jugada no salió bien. El gobierno del presidente Mauricio Macri rescató del olvido a Graciela Bevacqua, la funcionaria del Indec que había sido echada por el kirchnerismo y la oposición había tomado como bandera en la lucha contra el entonces súper poderoso secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y ahora asiste a la secuela de la misma película, pero con otro protagonista en el rol del villano. "Nunca pensé que iba a ser separada del cargo”, se lamentó este martes la mujer, y enlazó las dos experiencias: "Es otra historia, pero parecida”.
"Estaba preocupada por la urgencia política (para lanzar el nuevo índice de precios), pero me sentí parte del Gobierno con respecto a que quiero que todas las cosas salgan bien. Era una buena posibilidad para reconstruir las estadísticas públicas de una buena vez", aseveró.
"Es otra historia, pero parecida”, comparó, y explicó que su nueva salida se da “en otro contexto, donde entiendo que esta vez el Gobierno me eligió a mí, y realmente estaba contenta de estar en el Indec y de poder rearmar equipos para reconstruir las estadísticas públicas, más allá del Índice de Precios", expresó.
En declaraciones a radio Belgrano, dijo que no tiene "la más mínima idea" de cuál es el objetivo del titular del organismo, Jorge Todesca, ya que "nunca" pensó que la desplazaría.
Bevacqua advirtió que no se puede construir un índice de precios en dos meses, y desmintió que no existan indicadores que sirvan como referencia hasta que se elabore la nueva estadística nacional.
En ese sentido, mencionó las estadísticas de la ciudad de Buenos Aires y de San Luis, y afirmó que "son dos índices que en el mediano plazo son buenos".
"En la comunidad estadística internacional hubieran esperado que nosotros tardáramos entre seis y 12 meses (para publicar un índice), que es lo mínimo. En algún momento me preguntaron y yo dije ocho meses, intentando acortar al máximo los plazos", concluyó.
Por su parte, Todesca aseguró que mantenía los "conflictos" con Bevacqua venían desde hacía "varios días" por las diferencias en los tiempos previstos para elaborar un nuevo IPC, el que, evaluó, podría ser publicado en el segundo trimestre del año.
"Veníamos hacía varios días con diferentes conflictos por el calendario de publicación. Tenemos 36 publicaciones que debemos hacer cotidianamente, y solamente teníamos listas alrededor de siete. Eso me hizo pensar que no llegábamos a levantar la emergencia estadística antes de fin de año", expresó el funcionario.
Asimismo, descartó que la salida de Bevacqua estuviera relacionada con el relanzamiento del denominado "IPC Congreso", presentado este lunes por legisladores de la oposición.
La novela Bevacqua tiene como telón de fondo la preocupación del Gobierno por el impacto en la opinión pública del aumento del costo de vida por la disparada de los precios, un dato que aparece en sondeos de los últimos días y, encima, se ve reflejado en una seguidilla de tapas del diario Clarín que, en virtud de los beneficios que el cambio de gobierno ha reportado al multimedios, la Casa Rosada no esperaba (ver nota aparte “Las tapas…”).
Como dijo Bevacqua, el Gobierno había recomendado tomar como referencia de la evolución de los precios, mientras el INDEC no publicara sus informes, los índices que elaboran la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de San Luis. El instituto de estadísticas porteño informó que la inflación de enero superó la de diciembre y alcanzó el 4,1%.