El revés del Senado al proyecto de reforma electoral del Gobierno, transformó a esa vieja obsesión del presidente Mauricio Macri en un imposible para sus escuderos. En pocas horas, los principales funcionarios de la Casa Rosada tuvieron que pasar de la negación, a la aceptación del naufragio que, según confiaron fuentes del Ministerio del Interior a Letra P, buscarán revertir “a partir de marzo próximo o antes de las elecciones del 2017” para que "haya boleta única electrónica en todo el país en las presidenciales del 2019".
Hasta que el Gobierno vuelva a mandar un nuevo borrador al Congreso, el oficialismo intentará acusar de “feudales” a los gobernadores del peronismo con el fin de obligarlos a “quedar pegados con la defensa de la boleta de papel en distritos donde no podrían ganar de otro modo”, disparó uno de los funcionarios que suma muy pocas horas de sueño desde que las luces de alarma se encendieron este jueves, cuando los senadores del FpV y del PJ se negaron a impulsar cambios al proyecto que tenía media sanción en la Cámara de Diputados. “De ninguna manera íbamos a aceptar sin cambios el proyecto que al final armó Massa”, se justificó un hombre del jefe de Gabinete Marcos Peña.
Ante las consultas de Letra P, una fuente cercana al secretario de Asuntos Políticos Adrián Pérez buscó aclarar el debate que atraviesa a la Rosada luego del naufragio de la reforma. “No es una obsesión de nadie, es más bien una demanda de la sociedad. Pero es imposible (que se aplique el año que viene, salvo que se trate en extraordinarias o la semana que viene en una sesión especial. Si arrancamos el debate en marzo es muy difícil cuando en mayo se cierran las listas”, detalló la fuente y remarcó: “Si hubiera el PJ dictaminado un proyecto alternativo había chances de tratar los cambios en extraordinarias. Al no sacar dictamen alguno dejan el sistema tal cual está”, lamentó el funcionario, aunque confirmó que la idea es volver a insistir el proyecto el año que viene, pero para impulsar la aplicación del sistema en 2019. “De acá a ese año estamos seguros que más provincias se van a sumar al sistema que proponemos a nivel nacional”, agregó otro funcionario cercano al ministro Rogelio Frigerio. “Castigos a los gobernadores no habrá, ni nada parecido, pero plantearemos nuestras diferencias, tendrán que explicar por qué se oponen y volveremos a insistir”, remató el colaborador de un funcionario de la Rosada que negocia a menudo con los mismos mandatarios que le aseguraban su apoyo hasta esta semana.
Las nuevas hojas de ruta que buscaron superar la negación inicial surgieron luego de la reunión que mantuvo el presidente Macri con el ministro Frigerio durante el jueves. Este viernes, además de analizar las fallas en la interlocución con el Congreso, y especialmente con el Senado, Macri tuvo una reunión de seguimiento de gestión del ministerio de Hacienda y Finanzas, encabezado por Alfonso Prat Gay. En esa mesa el plato central tuvo que ver con la reforma al impuesto a las Ganancias, que esta semana marcó otro revés en el Congreso para el oficialismo.