Claudio Bonadío redobló la apuesta. Esta mañana, funcionarios judiciales se acercaron a las oficinas de YPF, Enarsa y de la secretaría de Energía, dependiente del ministerio de Planificación Federal, para realizar un "requerimiento judicial de información". En las tres dependencias del Estado fueron recibidos por funcionarios de las áreas legales y sin mayor demora se entregó la documentación que requería.
Otra vez, como sucedió hace dos días en los allanamientos por la causa "Hotesur" -de la que Bonadío fue apartado por su presunta parcialidad en el tratamiento del caso-, la fuerza de seguridad elegida para llevar a cabo el operativo, fue la Policía Metropolitana, dependiente del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El motivo de los pedidos de información es una denuncia que dat de octubre de 2014, realizada por los diputados Laura Alonso, Federico Pinedo y Patricia Bullrich sobre la adquisición de gas licuado por parte de la empresa estatal Enarsa. Respecto a la llamativa elección del momento político para reflotar la causa, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, deslizó con ironía: "por lo visto hay allanamientos para todas y todos".
Con un alto grado de cinismo, el juez federal había deslizado esta mañana en declaraciones a Radio Mitre: "si aparezco suicidado, busquen al asesino. No es mi estilo". El secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, rápidamente lo tildó de "desubicado" en declaraciones radiales. Más tarde, Bonadío se retractó de sus dichos.