En la Plaza de los Dos Congresos tuvo lugar la marcha “Ni Una Menos”. Víctimas de violencia de género, familiares de mujeres muertas en manos de femicidas y miles de personas acompañaron el genuino pedido de miles y miles de mujeres que sufren día a día este flagelo.
Fue una muestra más de la necesidad que tiene la sociedad argentina para que los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, pongan manos a la obra en serio sobre el flagelo de la violencia de género. Miles de mujeres autoconvocadas marcharon y vistieron la Plaza con un genuino reclamo: basta de violencia sobre la mujer, basta de jueces impunes, basta de legisladores con ojos vendados y basta al estado ausente.
Argentina tiene una de las tasas más altas de femicidio a nivel mundial y pese a todo carece de estadísticas oficiales las que son suplidas, una vez más, por las Organizaciones de la Sociedad Civil. En esta oportunidad, la ONG “La Casa del Encuentro” es quien se alzó con la ardua tarea de recopilar información y se erige como la que suple las evidentes fallas del Estado en esta materia.
¿Por qué la violencia de género no está en la agenda política de la Argentina? ¿Por qué los ciudadanos debemos llegar al límite siempre? ¿Por qué debemos pedir lo que en derecho nos corresponde convocando una marcha? ¿Qué pasará en la Argentina después del 3 de junio con la violencia de género? Estas y muchas otras preguntas nos hacemos quienes estuvimos en la Plaza y quienes militan desde hace años con la temática de las mujeres y la violencia que se ejerce sobre ellas en distintos ámbitos.
Como abogada y dirigente política entiendo que lo de ayer fue una muestra más del descontento de la ciudadanía respecto del no-hacer de quienes deliberan y gobiernan en nuestro nombre. El Estado está claramente ausente, los legisladores prefieren no hablar de estos temas y el Poder Judicial se comporta verdaderamente como ejecutor de la peor conducta patriarcal de la Argentina. Solo el 10% de los femicidas están procesados por sus delitos, según informan las ONGs que trabajan en esa materia. Mujeres quemadas, mujeres heridas, mujeres mutiladas, mujeres sobrevivientes de estas tragedias y, en el medio, familias enteras destrozadas, hijos que quedan sin madre, padres que quedan sin hijas. ¿Cómo no atender en forma urgente a este flagelo? ¿Dónde está el Estado? Evidentemente no está, evidentemente se olvidó o evidentemente el Estado con sus tres poderes es cómplice de tantas muertes.
Como argentina celebro la marcha y también siento pena y vergüenza. Vergüenza de tener que peticionar de esta forma la ejecución de políticas públicas que deberían haberse diseñado y puesto en marcha mucho antes. Siento lástima por tantas familias destrozadas, siento vergüenza de la clase política y siento pena por las mujeres que ayer tuvieron que exponerse públicamente ante la gente y ante los medios de comunicación porque no hay otra manera en la Argentina de hacerse escuchar que tirando los cuerpos delante de los medios de prensa para que, de una buena vez, se tome conciencia del asesinato de mujeres que padecemos.
El 3 de Junio no puede quedar solo en una marcha, el 3 de Junio tiene que ser la continuidad de una lucha que venimos llevando adelante las mujeres desde hace muchos años, el 3 de Junio tiene que ser el día en que nuestros gobernantes tomen conciencia de la gravedad de este asunto.
No queremos más muertes, no queremos más mujeres maltratadas física ni psicológicamente. Le decimos basta a todo esto. Ayer pudimos vivir y sentir algo muy especial, algo único y es que “cuando tocan a una, nos organizamos miles”.