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El plan de Larreta para dispersar el voto michettista, favorecer a Eco y borrar al kirchnerismo

Letra P.-El jefe de Gabinete ya les aseguró a Ocaña y a Lousteau la suspensión del voto electrónico para las PASO. A cambio, consigue debilitar la candidatura de Michetti y la conformación de una oposición liviana que no quiere confrontar con el PRO. Ambas partes apuntan a un futuro cogobierno luego del 10 de diciembre de 2015 y a desterrar al FpV.

 

Con ese apoyo explícito más el respaldo de buena parte de los ministros porteños, Rodríguez Larreta va a la caza de los votos que aún le faltan y le generan constantes dolores de cabeza. Si bien algunas encuestas hablan de un eventual empate técnico, otros trabajos descuentan un triunfo holgado de la senadora nacional.

 

En el larretismo creen que hay una porción del electorado que elegiría a Michetti en las PASO y que jamás se inclinaría por el ex interventor del PAMI. Por esa razón, se buscó potenciar el armado del frente Eco y hacer todo lo posible por beneficiarlo.

 

Como reveló este medio, Rodríguez Larreta forjó un acuerdo silencioso con el histórico operador radical Enrique “Coti” Nosiglia (en nombre de Lousteau) y con el sindicalista del juego y mecenas de Ocaña, Daniel Amoroso.

 

El objetivo de la constitución de Eco es claro: formar una alternativa opositora no muy distinta al PRO que dispute la misma porción de votos que Gabriela Michetti. En esa lógica, los ex ministros K Graciela Ocaña y Martín Lousteau eran y son los mejores precandidatos posibles.

 

El beneficio de Rodríguez Larreta es claro ya que consigue debilitar la candidatura de su rival histórica en la interna del macrismo y aumentar sus chances de ganar las primarias del partido de color amarillo.

 

A cambio, el jefe de Gabinete, movió todas sus influencias para bajar el voto electrónico de las PASO. Desde que fue presentado, Lousteau y la “hormiguita” se cansaron de despotricar contra el nuevo sistema de elección aunque, sorpresivamente, se ausentaron el día en que se discutió su constitucionalidad en la audiencia pública que convocó el Tribunal Superior de Justicia.

 

Naturalmente, en la sesión especial del miércoles 4 de marzo, la Legislatura porteña anuló la utilización del voto electrónico para las PASO del 26 de abril próximo. El PRO, Eco y el Frente para la Victoria votaron a favor de la iniciativa pedida exclusivamente por Mauricio Macri.

 

Por si no queda claro la nimia oposición que le hace Eco al PRO, basta ver los eslogan y ejes de campañas de sus precandidatos. “La transparencia es Capital para gobernar”, rezan los afiches desplegados en territorio porteño que promocionan a Ocaña como la abanderada contra la corrupción. El economista propone una “evolución” al PRO.

 

Mientras tanto, el kirchnerismo, SurGen, Unidad Popular y la izquierda engrosan cada semana su catarata de críticas a la gestión macrista y a las propuestas de sus principales precandidatos. “Prohibido girar a la derecha”, alerta uno de los spots de campaña de Humberto Tumini, precandidato a jefe de Gobierno de SurGen.

 

La liviandad con la que Lousteau y Ocaña cuestionan al PRO grafican a un armado opositor que mucho no se opone ni quiere oponerse al partido que gobierna la Ciudad desde 2007. Además, el ex ministro de Economía montó un acto de lanzamiento en el Gran Rex donde alabó muchas de las medidas de Macri y su Gabinete.

 

Por otra parte, Ocaña hace esfuerzos denodados por evitar pronunciarse sobre los temas de la Ciudad de Buenos Aires y agota todos sus recursos en criticar al Gobierno Nacional y pedir investigaciones sobre las joyas de la presidenta de la Nación y sobre el vicepresidente Amado Boudou. Como reveló este medio, la ex titular del PAMI atraviesa una fuerte interna con Amoroso en Confianza Pública y estaría iniciando negociaciones para asegurarse un espacio en el próximo Gabinete porteño.

 

Además, el acuerdo entre Larreta y Eco tiene un objetivo colateral que eventualmente dejaría sonriente a ambas partes en el futuro: desplazar al kirchnerismo.

 

Una buena elección de Lousteau o de Ocaña, que no impacte sobre el electorado del jefe de Gabinete, ayudaría a mermar la cantidad de votos de Michetti, al crecimiento del frente Eco en la Ciudad y a la posibilidad de que se anote como segunda fuerza porteña a partir de diciembre de este año.

 

En Eco creen que en las elecciones porteñas conseguirán entre siete u ocho bancas en la Legislatura porteña. El interbloque tiene seis legisladores actualmente (hasta hace dos semanas tenía siete, pero Javier Gentilini anunció su pase al FR) por lo que podría terminar el 2015 con 13 o 14 diputados, transformándose en la segunda fuerza de la Capital con capacidad para reclamar espacios en la vicepresidencia de la Legislatura, en las comisiones y en organismos autónomos como la Defensoría o la Auditoría.

 

El apartamiento del peronismo y el kirchnerismo de la escena porteña beneficia también al PRO. Si bien el Frente para la Victoria fue su aliado clave en los últimos momentos, la mesa chica del macrismo ahora apuesta a Eco y, a su vez, esta tendencia coincide con la idea de Macri de borrar al peronismo de la Legislatura. Así sea interno o externo.

 

El plan de Rodríguez Larreta existe únicamente para poder vencer a Gabriela Michetti en la interna PRO, teniendo en cuenta que distintas encuestas avizoran una ventaja de la senadora sobre el jefe de Gabinete.

 

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