Son días de tensión en el PRO. El partido que lidera el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se encuentra en una interna feroz que puede llegar a debilitar al titular del Ejecutivo local y, al mismo tiempo, el próximo miércoles aspiran a contar con el apoyo de UNEN y del Frente para la Victoria para no quedar perjudicados por no poder implementar el voto electrónico y que esa desprolijidad salpique al máximo líder del espacio.
El desorden se lo generó el propio macrismo. A fines de 2013 aprobó el régimen de boleta única y la posibilidad de utilizar tecnologías electrónicas para los comicios porteños. Tardó más de un año en reglamentar esa ley, hizo campaña promocionando el “novedoso” método de votación y ahora comunicó que no le alcanza el tiempo para llevarlo a cabo y pide a la oposición que le dé los votos para posponer su uso para las elecciones generales del mes de julio.
Como adelantó en exclusiva Letra P, este lunes el bloque PRO presentó el proyecto de ley que pide la suspensión del sistema de voto electrónico y la boleta única para las PASO porteña del 26 de abril. En el mismo se acusa falta de tiempo para implementar el novedoso método de sufragio y se usan argumentos expresados por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.
En concreto, se trata de un requerimiento que Macri les comunicó personalmente a sus legisladores hace más de una semana, cuando empezó a circular el rumor acerca de que se descartaría el sistema de votación digital para las PASO y se utilizaría el mismo que se usa en las primarias nacionales: boleta con color e imagen del candidato.
Además, la iniciativa plantea una modificación a ley que dio vida a las comunas en la Ciudad de Buenos Aires. En su artículo número 20, la Ley N°1777, indica que “para la segunda elección y subsiguientes de las juntas comunales, se habilitarán boletas u opciones separadas, en caso de coincidir con la celebración de otras elecciones”.
El texto que elaboraron los diputados porteños del PRO Helio Rebot, Francisco Quintana, Cristian Ritondo y Carmen Polledo quita esa posibilidad de la ley orgánica de las Juntas Comunales y obliga a que las boletas de comuneros vayan ligadas a las de jefe de Gobierno y legisladores porteños. El beneficio es único para los partidos que tengan la intención de arrastrar votos con la figura de su candidato a jefe de Gobierno.
Por otra parte, por el sorpresivo giro de timón en cuanto a cómo se llevará a cabo la elección, el Estado porteño se compromete a garantizar la impresión de boletas para todas las fuerzas políticas que participen de los comicios. Muchos partidos elaboraron una estrategia y concentraron recursos para encarar una elección con voto digital y ahora deberán modificarla producto de que se votará con la boleta tradicional.
Los fundamentos
“La implementación de este nuevo sistema requiere de tres bases esenciales para cumplir sus objetivos, como lo son establecer las normas que regulan el proceso; la capacitación y difusión; y la confianza de los actores involucrados”, se argumenta en la iniciativa presentada por el bloque PRO.
Y, luego, se explica que “por ello, es que entendemos que estos pilares deben ser atendidos en un tiempo adecuado para que la sociedad, los partidos políticos y las instituciones estatales aprehendan el nuevo sistema. Y, en esta línea, entendemos que la aplicación de la boleta única electrónica en las próximas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a realizarse el 26 de abril de 2015, no resulta prudente”.
La interna PRO por los comuneros
La decisión de Mauricio Macri y de su “mesa chica” es presentar una lista única de legisladores diseñada exclusivamente por la lapicera del propio candidato presidencial del PRO. La misma situación se traslada para la nómina de miembros de las quince juntas comunales que tiene la Ciudad de Buenos Aires.
Por ahora, dentro del macrismo, todos concuerdan con la idea de la lista única de diputados porteños pero no sucede lo mismo con la tercer y última categoría que deberán votar los vecinos el próximo 26 de abril.
La precandidata a jefe de Gobierno y senadora nacional, Gabriela Michetti, entiende que ese sistema no le beneficia. Actualmente, la mayoría de los comuneros del PRO responden al jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, porque, en 2011, metió muchos más candidatos que Michetti, que sólo pudo arañar un ínfimo porcentaje.
Michetti teme que en 2015 se repita esa situación y está dispuesta a todo para no salir perjudica. Al finalizar el discurso de apertura de sesiones de la Legislatura porteña que brindó Macri este domingo, la ex vicejefa les comunicó a algunos dirigentes del PRO que presentará su propia lista de comuneros si se insiste con la intención de impulsar una nómina única y digitada desde el Ejecutivo para beneficiar a Larreta, como hace cuatro años.
Con todo, la cúpula del PRO quiere lista única, pero la senadora nacional, nuevamente, resiste los embates del partido al que pertenece y de dirigentes de peso que no quieren que juegue en la Ciudad de Buenos Aires.