La designación de Ricardo Etchegaray, por orden de Cristina Kirchner, al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN) abre otro frente de tormenta para el kirchnerismo; sucede que según el actual auditor por la UCR, Horacio Persnasetti, el saliente titular de la AFIP no puede desempeñarse al frente de la Auditoría por las causas judiciales en las que está involucrado.
“Quien se propone como titular de la AGN es incompatible con lo que establece el artículo 126 de la ley de administración financiera”, sostuvo Persnasetti sobre la situación de Etchegaray.
En este orden el actual auditor agregó, en declaraciones a La Nación, que “Echegaray tiene causas pendientes, y mientras no pueda acreditar que el artículo 126 no lo afecta, estaría imposibilitado de asumir”.
En tanto que los abogados patrocinantes de Etchegaray remarcaron que su cliente no está procesado en ninguna de las dos causas que lo vinculan. Una de ellas es la causa Ciccone; mientras que la otra es su desempeño al frente de la Oncca, el organismo que entregaba subsidios a productores y fue desmantelado luego de recibir numerosas denuncias de corrupción. Por ello, fue sobreseído remarcaron los abogados.
La presidencia de la Auditoría corresponde a quien tenga más legisladores del lado de la oposición. Tras un debate interno en el PJ, Cristina tuvo la última palabra y postuló a Etchegaray quien conoce al matrimonio Kirchner desde su época en Santa Cruz y es considerado un leal por la saliente mandataria.