El presidente electo, Mauricio Macri, consiguió este viernes su primera foto con la mandataria brasileña en ejercicio, Dilma Rousseff: la jefa de Estado del principal socio argentino lo recibió este viernes en su despacho del Palacio del Planalto, en Brasilia, aunque no lo acompañó en la conferencia de prensa y el argentino debió enfrentar a los periodistas en soledad, acompañado por su futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, y quien será la canciller a partir del 10 de diciembre, Susana Malcorra.
Según relató en ese encuentro con periodistas argentinos y locales, Macri abordó con Dilma la necesidad de profundizar la "integración" bilateral para que ambos países salgan de la "recesión" que los afecta, aunque no se abordó un eventual swap de monedas para reforzar las reservas del Banco Central.
Además, el presidente electo ratificó su postura sobre Venezuela, algo en lo que difiere Rousseff: "Cada uno expresó su preocupación por lo que allí ocurre, a su manera. Ambos tenemos un compromiso inclaudicable con la democracia y la defensa de los derechos humanos".
"Ambos países estamos sufriendo procesos de recesión y necesitamos poner nuestras economías en marcha" a partir de la "integración", dijo Macri, que confirmó que Rousseff estará en Buenos Aires para su asunción el 10 de diciembre, día en el que mantendrá una "reunión bilateral" con ella.
