El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, aseguró que el fracaso en su intento de llegar a la presidencia de la Nación no supone su jubilación. “De ninguna manera me retiro de la política”, avisó, y argumentó, exagerando: “Obtuve la mitad menos uno de los votos” en el ballotage del 22N.
En ese rol, que ya empezó a interpretar, envió el primer mensaje destinado a reunificar al partido. "El peronismo tiene la responsabilidad de incorporar a todos los sectores para cuidar los logros", les dijo, fundamentalmente, a Sergio Massa y a José Manuel de la Sota, socios en la alianza opositora UNA. Y también al kirchnerismo duro, más reacio a abrirles las puertas a los peronistas que batallaron contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Las palabras del mandatario provincial saliente, que el próximo miércoles 10 a las 15.30 le entregará el mando a la macrista María Eugenia Vidal (ver nota aparte “Vidal asumirá…”), no son caprichosas: la carrera por el poder en el peronismo, en su nuevo rol de oposición, ya se largó, y están anotados, además de Scioli, la presidenta saliente y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien ya ha expresado su vocación presidencial pero la había congelado para apoyar, en este turno electoral, a su par bonaerense (ver nota aparte “Urtubey, Scioli y Cristina…”).
En una entrevista con el periodista Daniel Tognetti en Radio Del Plata, Scioli se calzó el traje de candidato a líder de la oposición. "Lo importante es que se tomen decisiones sin recorte y sin ajustes", señaló, aunque pidió “prudencia” y “esperar las primeras medidas” del nuevo gobierno.