Isela Costantini, nacida en San Pablo, de padres argentinos y CEO de General Motors en Argentina, Uruguay y Paraguay, será a partir del 10 de diciembre la nueva presidenta de Aerolíneas Argentinas.
Acostumbrada a los desafíos, aceptó ser la nueva titular de la aerolínea nacional en reemplazo del joven camporista Mariano Recalde y tendrá por delante la difícil tarea de gestionar una empresa que tiene un déficit diario cercano a los dos millones de dólares.
Su liderazgo como titular de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), cargo para el cual fue reelecta hace apenas tres semanas; su destacada participación como presidenta del 50° Coloquio de IDEA el año pasado y los resultados de su gestión al frente de la filial argentina de GM fueron algunos de los elementos que contribuyeron a que se alzara con el mayor galardón en su tercera edición.
En el mundo empresarial, destacan la capacidad de gestión como su cualidad principal. La ejecutiva tuvo una carrera vertiginosa que la llevó a romper varias barreras. Fue la primera mujer en ser máxima responsable de una automotriz en la Argentina y la primera en presidir el Coloquio de IDEA.
La empresaria pasará, así, del rubro automotriz a la empresa que hoy cuenta con una flota alquilada en su casi totalidad (tiene sólo dos aviones propios) en tanto que Austral computa dos naves propias propios y otras 20 a medio pagar.
En los siete años transcurridos desde su estatización de hecho (el juicio de expropiación aun sigue en trámite) Aerolíneas y Austral recibieron auxilio del Estado por el equivalente a más de 5.000 millones de dólares.
En 2014, las pérdidas de Aerolíneas Argentinas aumentaron 54% con relación a 2013. Según el balance de la empresa, la compañía tuvo un rojo de US$ 363,2 millones durante el año pasado, mientras que en 2013 su resultado negativo fue de US$ 237 millones. Y eso a pesar de que durante 2014 consumió el presupuesto más alto desde que fue expropiada: el Estado le transfirió $ 4.181 millones, contra $ 3.763 millones que le había dado en 2013.
Las cifras surgen del informe que presentó Recalde en el Congreso ante los legisladores que integran la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones. También en aquella oportunidad, al presentar una rendición de cuentas y explicar su plan para el próximo quinquenio, manifestó que “habrá que esperar hasta 2019 para que la compañía sea rentable”.
La sucesora de Recalde fue elegida por sus pares como "CEO del Año 2015" por el veredicto de 200 empresarios, consultores y políticos. En el 2013 había sido incluida en una lista de las 50 mujeres más poderosas del mundo de los negocios según la revista Fortune, que en su tradicional ranking la ubicó en el puesto número 37.
Hábil negociadora -según aseguran en su entorno- tendrá que lidiar con seis gremios en el nuevo cargo: APA (personal de tierra), APTA (técnicos), AAA (aeronavegantes), UPSA (jerárquicos), APTA (pilotos de Aerolíneas) y UALA (pilotos de Austral).
Una mujer eficiente
Costantini, de 44 años, casada y madre dos hijos, Nació en San Pablo, Brasil, aunque sus padres son argentinos y vivió gran parte de su juventud en Argentina. Es licenciada en Comunicación por la Universidad Católica Pontificia del Paraná (Brasil) y tiene un MBA en la Universidad de Loyola de Chicago, Estados Unidos, con especialización en Marketing y Negocios Internacionales.
Comenzó su carrera en General Motors de Brasil en 1998 en el área de Marketing y Ventas, donde desempeñó varias funciones, entre ellas, marketing estratégico, pronóstico de ventas y gerente de marca.
En 2002, fue transferida a la planta de pick-ups de Arlington, Texas, como Gerente de Planta de Chasis. Regresó a GM Brasil para desempeñarse como Gerente de Programas y en 2004 se incorporó al área de Investigaciones de Mercado de Latinoamérica, África y Medio Oriente. Un año después fue promovida como ejecutiva de Investigación de Mercado y Planeamiento de Producto.
Desde junio de 2010 y hasta finales de febrero de 2012, se desempeñó como directora regional de Posventa y Servicio al Cliente en GM Sudamérica. En marzo de ese mismo año, fue designada presidente y directora ejecutiva de General Motors Argentina, Uruguay y Paraguay, y se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo. Además, GM Argentina fue la primera Terminal automotriz del país en nombrar una mujer en esa posición.