Neuquén: Sapag no define sucesor y ya se preparan Sobisch y otros ocho candidatos

Por Nicolás Fiorentino El gobernador  aún no blanqueó su apuesta en la interna del MPN, pero mandó un mensaje claro al interior de su familia. El petrolero Pereyra coqueteó con bajarse y respaldar a Sobisch, que buscará su cuarto mandato en la provincia epicentro de los futuros negocios petroleros.

Neuquén amenaza con convertirse en un epicentro de los negocios de la Argentina, a partir de la nueva ley petrolera, que será sancionada antes de fin de año, y el potencial de hidrocarburos no convencionales que descansan bajo su tierra, en la cuenca Vaca Muerta. Por eso, y sumado a la imposibilidad del gobernador Jorge Sapag de buscar otro mandato, se disparó una vertiginosa carrera electoral en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), partido de gobierno de los últimos 50 años, en la que se anotan al menos nueve aspirantes a la Gobernación y que en los útimos días sumó a un actor clave: el ex gobernador Jorge Sobisch.

 

Hay dos hechos clave que configuran la actualidad del MPN, los dos muy recientes. Uno es la elección interna del 24 de agosto pasado, en la que la lista Azul que impulsaba el gobernador Sapag se quedó con el control del sello partidario ante la Azul y Blanca, que llevaba como candidato a presidente al senador Guillermo Pereyra. De esa contienda salió un firme aspirante del “sapagismo”: el ahora presidente del MPN, por vencer en la interna, y actual ministro de Economía de Neuquén, Omar Gutiérrez, quien arrancará su campaña en los primeros días de octubre.

 

El otro suceso que aceleró los pasos en la disputa interna del MPN fue la decisión del juez neuquino Marcelo Muñoz de dictar la absolución de Sobisch en el juicio que investigaba si desde su gobierno, en el año 2006, se había establecido una “zona liberada” de la policía para que militantes del partido gobernante atacaran violentamente una huelga docente que mantenía cortados los accesos a una destilería de YPF. Para el magistrado, “no se probó que hubiera una orden directa o indirecta (del ex gobernador Sobisch) para que no interviniera la policía”. En cambio, para el abogado de la querella, Ricardo Mendaña, “durante el juicio quedó demostrado que hubo una zona liberada para que un grupo golpeara a los maestros, quedó demostrado que hubo una orden pero parece ser que esa orden vino del cielo”.

 

Este caso es clave en el entramado de la política neuquina, ya que la escalada represiva a los maestros durante la gestión Sobisch acabó apenas meses después, en abril de 2007, en el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, quien recibió un impacto por la espalda de una granada de gas lacrimógeno lanzada por un oficial de la policía provincial. En esa oportunidad, los gremios docentes se disponían a ejecutar un nuevo corte de rutas, algo que el entonces gobernador ordenó impedir.

 

El lema “Simplemente Sobisch gobernador 2015″ se lanzó la semana pasada, con la ausencia del ex gobernador y ahora precandidato. Tal vez por descuido, o por algo peor, los militantes de la Lista Blanca del MPN –la Azul es la de Sapag y la Azul y Blanca la de Pereyra- tuvieron el mal gusto de convocar el acto en Círculo Policial de Neuquén.

 

Tanta fue la polvareda que levantó hacia el interior del MPN la candidatura de Sobisch que el propio Pereyra, que asomaba como el más firme candidato del partido provincial, anunció la posibilidad de bajar su candidatura para respaldar al tres veces gobernador. “Está habilitado y es legítimo. Me parece muy buena la candidatura”, afirmó el senador nacional, que ahora impulsará el debate de la nueva ley de hidrocarburos en el Senado. Y fijó una gruesa duda sobre sus propias intenciones: “Le he pedido a mis compañeros analizar bien el tema de ser candidato a gobernador –dijo-. Tengo 71 años y creo que otra campaña más es desgastante. Tengo una ardua tarea en el Senado y soy presidente de la obra social y de la mutual. Tengo que hablar con mi familia, a mi edad tengo que pensar en otra cosa”, según declaraciones recogidas por el diario La Mañana de Neuquén.

 

Estas palabras provocaron un nuevo sacudón hacia el interior del MPN. Tanto, que el propio dirigente petrolero tuvo que desdecirse este sábado, apenas cuatro días después de plantear interrogantes sobre sus posibilidades de pelear la Gobernación. “Nunca me bajé de la candidatura”, advirtió en un acto de su sindicato.

 

SAPAGISMO. Este miércoles, el gobernador rompió el silencio y habló de las próximas elecciones.  Dio tres datos clave. Uno, fue que ha “tomado la decisión de abrir el juego a otras generaciones, nuevos dirigentes que aparezcan y tomen la posta”. Esta oración encierra un mensaje inequívoco hacia su propia familia. Puntualmente, a su primo Luis y su hermano Rodolfo “Pipe” Sapag, quienes ya blanquearon sus intenciones de sostener la dinastía Sapag, aunque con pocas chances de ser electos el año próximo.

 

Otra frase sin vueltas fue cuando aseguró que en su espacio hay muchos militantes y aspirantes, que la elección del candidato no será una decisión exclusiva de “Jorge Sapag ni de un ministro”. Este mensaje viajó directo al buzón de entrada del ministro de Energía, Guillermo Coco, otro que ya empezó a sondear sus chances de ser gobernador. El tercer dato, es que el candidato de su espacio se conocerá en dos semanas.

 

De esta línea emergen al menos dos candidatos más. El ministro de Desarrollo Territorial, Leandro Bertoya, y la diputada nacional Alicia Comelli, quien termina su mandato en la Cámara baja el año próximo.

 

El último nombre en danza es de la compañera de bancada de Pereyra en el Senado, Lucila Crexell, quien si bien sostiene un perfil más bien bajo, tiene juego independiente dentro del MPN –llegó al Congreso con el petrolero pero tiene muy buena relación con el gobernador- y se erigió como un factor clave en las negociaciones que se gestaron entre el Gobierno nacional y los gobernadores de provincias petroleras en las idas y venidas que tuvo la discusión por la nueva ley de hidrocarburos.

 

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