Economía

Desde YPF presionan por nuevos aumentos en los precios de los combustibles

Por Antonio Rossi.- La correcciones cambiarias que empezó a efectuar el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega la semana pasada y la nueva escalada del dólar paralelo volvieron a poner sobre el tapete una espinosa cuestión para el jaqueado equipo económico que comanda el ministro Axel Kicillof.

Se trata de los inevitables movimientos de precios que tarde o temprano se registrarán en los surtidores de combustibles de todo el país.

 

A diferencia de años anteriores donde la presión por los ajustes venía del lado de las petroleras extranjeras, está vez la que comenzó a abrir el paraguas anticipando una pronta remarcación en los valores de las naftas y el gasoil ha sido la reestatizada YPF que conduce Miguel Galuccio.

 

Desde la moderna sede central de Puerto Madero—construida en la época en que mandaban Repsol y el grupo Eskenazi–, las autoridades de la petrolera le hicieron saber tanto a Axel Kicillof, como al secretario de Comercio, Augusto Costa que necesitan seguir actualizando los precios de los combustibles al público entre un 2% y 3% por encima de lo que marque la inflación de cada mes.

 

Según el planteo de la conducción de YPF, los incrementos de precios resultan vitales, no sólo para poder mejorar los ingresos corrientes, sino también para generar los recursos que son imprescindibles para atender los planes de inversiones y los compromisos asumidos en el desarrollo de Vaca Muerta.

 

La movida remarcatoria

 

Las restantes petroleras que comercializan combustibles en el mercado local—Axión, Shell, Petrobras, PDVSA y Refinor –coinciden y suscriben la postura de YPF y están agazapadas esperando que la compañía piloteada por Galuccio salga a retocar sus valores para acoplarse de inmediato a la movida remarcatoria.

 

Los primeros cálculos que bosquejaron los técnicos de YPF indicarían que, ante una inflación de mayo en torno del 2%, sería necesario aplicar en los primeros días de junio un aumento promedio del 4% en las distintas variedades de naftas y gasoil.

 

De instrumentarse ese ajuste, en las zonas más alejadas de las provincias del Norte y Misiones, el precio de la nafta Premium superaría la barrera de los $ 15 por litro.

 

Pese a las señales de estancamiento que se observan en varios sectores productivos y la creciente cantidad de suspensiones y despidos, al equipo económico de Kicillof no le quedaría otra alternativa que permitir los aumentos en los combustibles para no perjudicar a YPF y no entorpecer la llegada de nuevas inversiones petroleras.

 

Pero lejos de ser inocuos, estos incrementos en los combustibles prometen impactar de lleno en la mayoría de los sectores económicos. No sólo por el encarecimiento de las tarifas de los fletes de cargas y el transporte de pasajeros, sino también por el “efecto contagio” que podría generarse en las industrias y comercios que ven como las petroleras suben sus precios todos los meses.

 

Los aumentos de las naftas

 

A principios de mayo, las petroleras habían aplicado el quinto aumento del año que, en promedio, llegó al 3,8%.

 

En lo que va de 2014, YPF ya ajustó el precio de la nafta súper un 32%, mientras que en el caso de la variedad premium la suba fue del 33%. Por el lado del gasoil,  el aumento acumulado de YPF fue del 31% en el combustible común y del 34% en el producto de mayor calidad. En tanto, en el caso de Shell el incremento acumulado en sus naftas ascendió al 36% en lo que va del año.

 

Pero tal vez los datos que más sorprenden son los que surgen de cotejar los precios actuales con los que tenía YPF al momento de ser reestatizada en mayo de 2012. En los últimos dos años, la petrolera nacionalizada aumentó la nafta premium en un 95%, mientras que en el caso de la súper el incremento escaló al 100%.

 

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