El paro anunciado por el líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y el líder de la CGT Celeste y Blanca, Luis Barrionuevo, tiene un horizonte difuso. Los sindicalistas amenazaron con extender el paro y llamar a una movilización, pero aún restan definiciones sobre la contundencia que tendrá la medida.
Como informara Letra P, algunos gremios, como La Fraternidad, no participarán de la medida de fuerza como estaba previsto. Los viejos enfrentamientos entre los líderes sindicales complica la medida de fuerza.
El Gobierno, a través del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ligó la medida de fuerza al Frente Renovador, “es un paro político impulsado por el massismo”, sostuvo el funcionario. Desde el FR salieron a responderle y a desligarse de la medida de fuerza: tanto Sergio Massa como Darío Giustiozzi, su jefe del bloque de Diputados rechazaron que esa fuerza política tenga relación con la convocatoria a un paro nacional por parte de centrales sindicales.
La CTA opositora dirigida por Pablo Micheli sí se sumará al reclamo. La decisión tuvo un condimento de sorpresa porque pocos meses antes Moyano y Micheli se habían cruzado con dureza en los medios. La partcipación de Micheli genera polémica, debido a que otros gremios enfrentados a la CGT opositora aseguran que la unión entre con la CTA es por conveniencia.
Otra diferencia es que el gremio de Camioneros tiene salarios más altos que los maestros y los trabajadores municipales que integran la CTA. El propio ministro de Transporte Florencio Randazzo criticó la unión entre los sindicalistas en una conferencia de prensa.