La Jefa de Estado retomará su agenda internacional que se inició este año con su participación en la cumbre de la CELAC (presidentes de países de América latina y el Caribe) en enero pasado, y que continuará el lunes 17 de este mes con su visita al papa Francisco en el Vaticano, mientras que dos días después arribará a Francia para reunirse con su par François Hollande e inaugurar El Salón del libro de París, que en esta edición tiene a la Argentina como invitada de honor.
Tiene previsto partir este lunes por la tarde hacia Santiago de Chile, donde asistirá a la cena que ofrecerá el presidente saliente Sebastián Piñera a sus pares de la región y pasará la noche en esa ciudad.
El martes por la mañana se trasladará a Valparaíso, donde se realizará la ceremonia de investidura de Bachelet, misma ciudad en la que la dirigente de la Concertación había asumido su primera presidencia en marzo de 2006, acto en el que también estuvo Cristina acompañando al entonces presidente argentino Néstor Kirchner.
De esta forma, la Presidenta volverá a coincidir con Bachelet, dirigente con quien la une una estrecha relación personal y afinidad ideológica, a diferencia de Piñera, referente de la centroderecha trasandina, con quien de todos modos mantuvo un vínculo cordial durante estos cuatro años, más allá de los roces diplomáticos por la desocupación del hangar en el Aeroparque Metropolitano que se le ordenó a la compañía aeronáutica chilena LAN, propiedad del mandatario saliente.
Bachelet, líder del frente de partidos de centroizquierda agrupados en la Concertación, afrontará su segundo mandato –entre 2006 y 2010 condujo su país, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo en la historia chilena– luego de un rotundo triunfo electoral en diciembre pasado.
A la ceremonia en Valaparaíso, Cristina concurrirá junto a los demás presidentes sudamericanos y no se descarta que, tras concluir el acto protocolar, la mandataria argentina mantenga una reunión a solas con Bachelet.