El acuerdo de precios que entre el ministro de Economía, Axel Kiciloff, con la empresa de la corona holandesa Shell, genera movimientos entre los círculos empresariales, que observan de reojo lo que puede suceder los primeros días de marzo.
El acuerdo de precios que entre el ministro de Economía, Axel Kiciloff, con la empresa de la corona holandesa Shell, genera movimientos entre los círculos empresariales, que observan de reojo lo que puede suceder los primeros días de marzo.
Como se anuncia desde la cartera oficial, se fija un convenio del 6 por ciento como máximo, obligando a retroceder el aumento de la firma europea, que había acrecentado un 12 por ciento los precios. Esa medida, también repercute en la provincia de Buenos Aires, y el resto del país.
“Hay una necesidad de incrementar los precios, pero hay que destacar que todos se pusieron de acuerdo. Shell resignó parte de su necesidad en aras de un entendimiento. Es algo positivo porque se estaban dando grandes problemas en su abastecimiento porque ninguna empresa de la argentina puede asumir los compromisos que tienen las otras”, le asegura a Letra P el presidente de la Federación de Expendedores de Combustible de la provincia de Buenos Aires, Luis Malchiodi.
Pero lo que preocupa a los empresarios es como repercutirá la medida. “No es que la nafta aumenta, lo que pasa es que el dinero que tenemos en la mano vale menos. Hay personas que pretenden increpar al combustible el motor inflacionario, pero no tiene nada que ver. Ya lo hemos probado en el congelamiento de precios de seis meses que hubo, pero la inflación siguió su curso”.
El planteo de los encargados de comercializar el combustible es que el producto no “aumenta” la cadena de económica, sino que tiene una referencia al dólar, como otras mercaderías, y las personas que la adquieren llegan a las estaciones de servicio con un dinero que cada día tiene menos valor. “Me sorprende que los funcionarios causantes de esa situación se hagan los tontos y le echan la culpa a otros”, dice Malchiodi, quien se pregunta si Kiciloff “¿no sabe lo que hace o de la aceleración inflacionaria?”.
Por ahora, y por el trabajo que realiza YPF, en el territorio que maneja Daniel Scioli existe un abastecimiento armónico, pero se recrudece un problema de rentabilidad en algunas firmas. “Se han quedado con nuestra rentabilidad los refinadores, nos han sacado cosas, y ahora tenemos un problema serio que es el incremento salarial. No sabemos cómo lo vamos a afrontar”, plantea Malchiodi.