A cuatro meses de las PASO porteñas, el Frente para la Victoria tiene una larga lista de candidatos que responden a distintos sectores y que aspiran a quedarse con el sillón de Bolívar 1 de la Jefatura de Gobierno que, hasta el diez de diciembre de 2015, ocupará el líder del PRO, Mauricio Macri.
Desde mediados de agosto los que suenan como rivales en la interna kirchnerista son el camporista Juan Cabandié, la sabbatellista Gabriela Cerruti, el subsecretario de la presidencia, Gustavo López, el sciolista Gustavo Marangoni, la ex legisladora María José Lubertino, el titular del SUTERH, Víctor Santa María, y hasta el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.
Mirando desde afuera estaba y aún está el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, quien hoy se comporta como un aliado estratégico del kirchnerismo en la Legislatura porteña pero que su partido, el Frente Progresista Popular, no forma parte de la alianza electoral del Frente para la Victoria. Como lo adelantó este medio, la intención del ex fiscal es ir a las PASO jugando dentro del kirchnerismo.
Sin embargo, para que eso ocurra necesitará el visto bueno de quienes manejan los hilos del oficialismo nacional en la Ciudad de Buenos Aires. Las listas de candidatos en ese distrito pasan por el tamiz del secretario de Legal y Técnica de la Nación, Carlos Zannini, y del secretario General de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque.
Ambos deciden, también, las alianzas que suscribirá el Gobierno en territorio porteño de cara a las elecciones del año que viene, como lo hicieron el año pasado. Incluso, fueron ellos los que diseñaron la lista colectora de legisladores que encabezó Pablo Ferreyra en 2013 y que ubicó en segundo lugar a la ibarrista María Elena Naddeo, quien no entró a la Legislatura porteña.
Con el aval de esos dos hombres, el ibarrismo ingresaría al amplio conjunto de agrupaciones y partidos que integran la Alianza Frente para la Victoria y eso permitiría que Aníbal Ibarra compita para jefe de Gobierno en las PASO K.
Esa situación es vista de reojo por Juan Cabandié quien, en silencio y mesuradamente, confiesa a sus colaboradores que es el candidato de Cristina Fernández de Kirchner en la Ciudad de Buenos Aires.
El nieto recuperado descansa en el aval de la Casa Rosada y en el apoyo de Unidos y Organizados, pero la intención de Ibarra de competir dentro de la interna K le quita el sueño al joven diputado nacional.
Ese temor está fundado en los números. Actualmente, pese a las constantes críticas y escraches que recibe por su pasada gestión, Aníbal Ibarra mantiene un porcentaje del electorado que lo acompaña y que está dispuesto a votarlo en 2015 para que reemplace a Macri.
Para aumentar el dolor de cabeza de Cabandié, dos encuestadoras de renombre midieron a Ibarra y consultaron a los porteños si lo votarían como candidato a jefe de Gobierno del Frente para la Victoria. Los resultados arrojados levantan al ex dirigente del FREPASO y disminuyen las posibilidades del referente de la agrupación ultrakirchnerista.
Según los últimos sondeos de las consultoras de Julio Aurelio y Analía Del Franco, un 22 por ciento de los votantes K elegirían a Ibarra en el cuarto oscuro, mientras que un magro 6 por ciento se inclinaría por el ex jefe de bloque de la bancada del FpV en el Parlamento porteño.
Los quince puntos que separan a uno de otro preocupan mucho a Cabandié aunque no menos que el porcentaje de imagen negativa que posee entre los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires que, actualmente, es mayor al 60 por ciento.
Ante ese escenario, el diputado nacional considera tomar dos caminos muy distintos. Por un lado, jugar callado, aprovechar la bendición de Balcarce 50 y permitir que Ibarra juegue en la interna K pero obligándolo a declinar su candidatura y, simplemente, otorgarle lugares en la lista de legisladores porteños.
El segundo camino sería hacer todo lo posible para que el ex jefe de Gobierno no se inmiscuya en las primarias kirchneristas y vaya por afuera con su candidatura. No obstante, Ibarra, según confiesan sus asesores, también tiene buen caudal de votos si se presentase con su partido y no participe en la interna K.
Para esto, paradójicamente, el hombre de La Cámpora cuenta con el respaldo de los referentes del PJ porteño que, históricamente, se ubicaron en las antípodas de Ibarra y no están dispuestos a apoyarlo como candidato K.
A pesar de esta desventajosa situación, Cabandié está confiado. Está seguro que es el mejor candidato del FpV para la Ciudad y quiere aprovechar que Daniel Filmus y Jorge Taiana no tienen aspiración de participar en la contienda de 2015 por el sillón de Bolívar 1. Además, reposa en el aval de Cristina.
Como adelantó Letra P, este lunes el Gobierno porteño definió el calendario electoral para el año próximo y fijó el 26 de abril como la fecha en la que se celebrarán las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias del distrito.
Hoy el kirchnerismo tiene siete candidatos en danza pero habrá que esperar hasta abril para saber con exactitud cuál será el plan del FpV para esos comicios. Si permitirá que se presenten esa inusitada cantidad de precandidatos o si bajará una orden presidencial para que todos se encolumnen detrás de uno solo de todos ellos.
Sorprendentemente, tanto Cabandié como Ibarra festejaron la decisión de Macri de desdoblar las elecciones. Si los comicios porteños se unificaban con los nacionales, el dirigente de La Cámpora estaría obligado a elegir un candidato a presidente, algo que La Cámpora aún no resolvió y que divide aguas hacia adentro. Ibarra siempre deseó que las contiendas sean separadas para discutir los temas dela Ciudad y los de la Nación en distintos momentos.
La Alianza electoral del FpV
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la alianza Frente para la Victoria está integrada por el Partido Justicialista, Partido de la Victoria, Partido Nueva Dirigencia, Partido Intransigente, Partido Frente Grande, Partido Solidario, Partido Red por Buenos Aires, Partido Kolina, Partido Encuentro por la Democracia y la Equidad y Partido Humanista.
Todos los precandidatos del FpV están representados hoy en la alianza electoral kirchnerista menos el Frente Progresista y Popular de Ibarra. Como se explicó, el ex jefe de Gobierno no es parte del Frente para la Victoria pero sí es un aliado estratégico y hasta forma parte del interbloque K en la Legislatura porteña, en el que también participa Nuevo Encuentro.
De no ser avalado en la alianza electoral, el ibarrismo no podrá participar dentro de las PASO del Frente para la Victoria y triunfará el deseo de Cabandié.