La preocupación entre los dirigentes macristas recae sobre los sondeos que indican que habría una diferencia importante entre las listas que encabezan Gabriela Michetti y Sergio Bergman. Mientras la ex vicejefa de gobierno ganaría cómodamente las primarias para la cámara alta, el rabino no acumularía tantas voluntades en la elección a diputados.
De confirmarse esta tendencia, Macri buscará acortar la brecha entre sus candidatos y optaría por un dirigente más conocido y con experiencia en la gestión y no un candidato externo, como se viene especulando en los últimos días.
Lo que tienen claro todos en el PRO es que el cierre de listas va a dejar varios heridos, un dirigente macrista confió a este medio que “esperamos meter 11 legisladores y hay mínimo 25 que sienten que merecen ocupar un lugar importante”.
En el armado, Macri se reservó la elección de los primeros dos candidatos, que serían seguidos por Federico Salvai (mano derecha de María Eugenia Vidal). El resto de los primeros diez lugares se repartirán entre los actuales legisladores que pueden renovar su banca, un candidato de Sergio Massa y un representante de una ONG.
Macri también elegirá personalmente el reemplazo de Fernando De Andreis. El actual jefe de bloque emigra hacia el ejecutivo en diciembre y suena fuerte el nombre de Carmen Polledo, amiga personal del jefe de gobierno.