Tras el accidente ya se habían sacado todos los bienes y objetos de valor que, custodiados por la Policía Nacional, se pusieron a disposición de los afectados y familiares para ser retirados.
En concreto, los agentes buscan el iPad del conductor o los papeles del interventor del tren, con el objetivo de cerciorar que el número de fallecidos encontrados, junto con los heridos, se corresponda con el número real de víctimas.
A día de hoy la cifra de los fallecidos tras el siniestro es de 79. De los supervivientes, el total de heridos ha descendido a 46 hospitalizados, ocho de ellos en estado crítico.
Días atrás, se creó una comisión que asesorará el Gobierno en materia ferroviaria y en seis meses presentará un informe sobre cómo mejorar la seguridad del sector.