Organizada por el área de Arte Público de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, a cargo de Federico López, fue un reconocimiento al valor de artistas y producciones culturales como aporte al desarrollo de una comunidad, y como una forma de comunicación e integración.
La propuesta surge con el propósito de mejorar el paisaje urbano y la calidad de vida ciudadana, a partir de la producción artística colectiva, que se recupera como un espacio social de encuentro, de participación y acción.
Para profundizar esta línea de trabajo se invitaron a diferentes escuelas e instituciones para colaborar con los artistas tanto en el proceso creativo, como en la ejecución de las obras.
Se dieron cita los artistas de distintas generaciones y cosmovisiones, con alumnos que trabajaron en las vacaciones, junto al equipo de Arte Público.
Más de 100 personas trabajaron con caños de PVC como soporte y la técnica del mosaico, con el collage como metáfora de una sociedad que se construye como un todo a partir de la suma de singularidades subjetivas.
Desde venecitas de vidrio y pegamentos especiales aportados por empresas del ramo, hasta lozas, chapitas o botones, recibidos en cada centro cultural del partido a partir de una convocatoria a los ciudadanos para ser luego reinterpretados y ensamblados, fueron utilizados para las obras.
La iniciativa que parte de un espacio oficial municipal, que no es una ONG, se constituye en una experiencia que conjuga coloquios de intercambio con residencias artísticas, jornadas de participación y de convivencia con la comunidad, y la instalación de las obras en la fachada como testimonio de un proyecto cultural de un municipio que tiene un paseo de las Artes, otro de los Deportes y otro de los Derechos Humanos.