“Quiero ser cauto, no estoy preso porque puedo salir, el problema es que no puedo volver a entrar”, explicó el todavía decano de Exactas. “No temo, pero la decisión de la asamblea es bloquear el ingreso de las autoridades, así que me voy a quedar acá. No voy a permitir que los estudiantes ingresen y me impidan regresar”, apuntó Aliaga.
Aliaga, junto con otros tres colaboradores, permanece en su oficina desde el martes a la noche, cuando un grupo de estudiantes quiso impedir la elección de Reboreda. Los jóvenes denunciaron que el decano saliente utilizó una patota para realizar un cordón que garantizó la votación con golpes e intimidaciones a los alumnos.
El titular de la Facultad de Ciencias Exactas desmintió la acusación y dijo que “demostramos que no eran barrabravas. Todas las personas que entraron a la universidad lo hicieron por concurso. Que me señalen una cara de las que se ve en los videos y yo les muestro cómo fue designada esa persona”.
Al ser consultado sobre hasta cuándo piensa resistir recluido en su despacho, el decano sugirió que es responsable de los 100.00 metros cuadrados de la facultad. “Tengo una obligación que cumplir y mi mandato termina en marzo”, sostuvo.
El reclamo central de los estudiantes es porque consideran que no se debería haber realizado la elección del nuevo decano en este mes, ya que asumen recién en marzo del año que viene, y que se realiza ahora para que puedan votar en la Asamblea Universitaria que elegirá al nuevo rector el 5 de diciembre próximo.