La explosión causó heridas a ocho guardias de seguridad sirios encargados de escoltar el convoy, según informó la cadena de televisión progubernamental Addunia TV, citada por la agencia española de noticias Europa Press.
Mood visitó a los heridos en el hospital y elaborará un informe sobre el ataque. Asimismo, según Addunia TV, el militar declaró en rueda de prensa que la explosión es un ejemplo de lo que sucede en Siria.
Eel comandante en jefe del grupo armado rebelde Ejército Libre Sirio, el coronel Riad al Asaad, amenazó con reanudar los combates contra las fuerzas del gobierno de Al Assad con el argumento de que no puede “permanecer de brazos cruzados” mientras continúe la represión gubernamental.
“No permaneceremos de brazos cruzados porque no podemos tolerar que continúen los homicidios, las detenciones y los bombardeos a pesar de la presencia de los observadores de Naciones Unidas, que se convirtieron en testigos falsos”, declaró Al Asaad, citado por el diario Asharq al Awsat, con sede en Londres.
En tanto, al menos siete milicianos leales al presidente Bashar al Assad murieron como consecuencia de un ataque de los rebeldes sirios contra un autobús lleno de paramilitares en un suburbio de Damasco, según informaron fuentes opositoras.
El ataque fue efectuado con un lanzagranadas en uno de los límites de Irbin, a cinco kilómetros al este de la Plaza Abbasid, la principal plaza de Damasco.
Irbin es uno de los varios suburbios del norte y este de Damasco que permanecieron por breve tiempo bajo control de los rebeldes antes de caer en manos del Ejército a fines de enero.
Por su parte, el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar al Jaafari, citado por la agencia de noticias siria SANA, afirmó hoy en rueda de prensa que la misión de la delegación de observadores marcha en el camino correcto, pero “la calidad de los crímenes perpetrados por los grupos armados terroristas ya es peor que antes”.
Desde la sede de la ONU en Nueva York, Al Jaafari destacó que Siria está cumpliendo con todo lo que le corresponde en el Plan de Kofi Annan, pero “las partes que apoyan a los terroristas con armas y dinero desde Arabia Saudita, Qatar y Turquía no respetan sus compromisos, pues estos mismos deben poner fin a su apoyo a los grupos armados terroristas”.