Política

La búsqueda encadenada de justicia

El sol pega de lleno en la tarde platense, el paso de los colectivos con sus motores recalentados y el tráfico constante aumentan la presión y la temperatura sobre las puertas de los tribunales platenses aumenta. Allí, encadenada, sobre la vereda de la avenida 7, está Estela Orrego. Algunos colchones, una lona plástica que oficia de techo, unos utensillos, un termo, muchos carteles, y una cadena oxidada de algo más de 3 metros que le permite a Estela moverse con facilidad sin despegarse de los garrotes que rodean el palacio judicial forman parte del incipiente contexto que la acompaña en su reclamo desde hace 18 días. La libertad  de su hermano, Alcides Orrego, al que considera que “le inventaron una causa” es el motor de lucha.

-Sentate acá que es mi asiento, invita Estela. Periodista sobre una conservadora de plástico azul, entrevistada sobre una silla de plástico y el sonido incesante del tráfico. Rec.

 

¿Por qué estas acá?

 

- Esto empezó hace 7 años atrás; a mi hermano le armaron una causa. Se llama Alcides Orrego. Todo empezó con una pelea barrial a fines del 2005 con un chico que vendía paco, terminó ahí y el primer de enero del 2006 hay una pelea entre bandas, los tranzas (esos que vendían paco) estaban festejando la llegada del año en una esquina de Lomas de Zamora; otro muchacho se dirigía a su casa, del grupo de los tranzas dos atacan a este muchacho que se iba y que es el verdadero autor de los disparos, dicho por todos los autores que lo vieron. Su nombre es Walter Vegas Sandoval; le roban una cadena de oro. Este muchacho, Sandoval, se va; busca un arma, vuelve y hace una masacre. Disparó contra todo el grupo, contra gente que había salido a mirar lo que estaba pasando. En ese fin de año mueren 2 personas y 3 quedan vivos. La suegra de uno de los que muere denuncia a mi hermano y ahí empieza todo

 

¿Qué pasó después de la primera acusación contra tu hermano?

 

Nos dirigimos a la comisaría en primera instancia, ahí me informan que no lo buscaban como testigo, me piden una coima de 35 mil pesos para que lo ayude y me notifican que él estaba acusado. Conteste que no y salimos a buscar testigos porque toda la familia estábamos durmiendo pero en el momento en que la policía se acerca al barrio ya había testigos que nos decían ¿por qué lo acusan a él? si fue Sandoval y Carlos Rodas. Eran dos los atacantes

 

 Entonces

 

Pasamos la etapa de investigación sin poder “meter” los testigos, tuvimos que dirigirnos por otras vías ingresó una vez que tenía la garantía de un defensor oficial mi hermano se presenta ante la justicia, declara. Cuando declara lo detienen y a los tres meses le dan la libertad condicional por falta de mérito y de ahí comienza nuestro verdadero horror porque empezaron los ataques de los sicaros. Tuvimos que mudarnos por presión y viene la etapa los juicios.

 

¿Qué pruebas firmes tenés para demostrar la inocencia de tu hermano?

 

Mi hermano tenía un esguince y en el primer momento de la investigación pedía que lo ratificarán y mi hermano tiene tatuajes muy importantes que esta persona que estaba disparando no lo tiene. El juez Gabriel Vanderman siempre fue induciendo a los testigos. Alcides, a pesar de lo que se luchó quedó con una condena de 23 años por doble homicidio simple y tres tentativas con arma de fuego calificado.

 

¿Apelaron la sentencia?

 

Vengo y habló con el juez Fernando Mancini de la sala II y le expreso todo lo que habíamos vivido en estos dos juicios y les traigo pruebas que nunca se le habían permitido a mi hermano. Nosotros hemos pedido careos, reconstrucción del hecho, hemos pedido lo del esguince, que hagan la identificación del tatuaje que uno de los sobrevivientes nombra. Nosotros con los testigos llegamos al nombre y el apellido del atacante que después de 8 meses volvió a atacar a otras personas con la misma arma por ejemplo. Tome esta medida porque no he sido escuchada.

 

¿Cómo es vivir encadenada y en la puerta de tribunales?

 

Es muy fuerte, te hace ver un montón de cosas que uno por ahí no lo veía. Porque a medida que vas pasando un montón de cosas decís “¿qué más nos falta?”. El otro día con la lluvia lo primero que dije fue pobre gente la que no tiene un techo porque si bien o mal estoy hoy en esta situación por culpa de la justicia que nunca llegó tengo mi casa, tengo mi familia, tengo mis cachorros. Esta eso armado, pero hay gente que no tiene nada. Estar acá me hizo pensar un montón de cosas porque es duro. Yo gracias a dios tengo el apoyo de todos los platenses, la gente que te da fuerzas, las bocinas de aliento, día a día la colaboración con un regalo de una virgen, todo el tiempo. Es fuerte.

 

¿Hasta cuándo te vas a quedar?

 

Hasta que a mi hermano le den lo que le corresponde porque mi hermano es inocente y hay una libertad que jurídicamente esta fracturada. Él siempre estuvo a derecho; es más cuándo nos mudamos a las 10 horas se presentó, notificó su  lugar. Él estuvo todo el proceso en libertad. El siempre dijo: ‘jamás me voy a ir, no tengo porque correr por algo que no lo soy; no soy un asesino’.

 

¿Crees en la justicia?

 

Todo lo que vivimos y a medida que lo voy pasando, no creo. La verdad no creo pero yo también tengo muy claro que no todos los jueces son como los que no tocaron. Creo fielmente de que alguien va a hacer algo por mi hermano, que no todos los jueces están corrompidos, porque acá hay un sector que es corrupto, pero creo que no todos son así. Con esta medida busco eso, hacer justicia.

 

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