"Sergio se quería quedar a escucharme, pero se tiene que ir a arreglar el programa con el Fondo", aseguró el presidente Alberto Fernández cuando subió al escenario entre el eco de los aplausos al discurso del ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, del Grupo de los 6, que lo escuchó en primera fila. Al jefe de Estado no lo recibieron con la misma expectativa. "Ya no nos genera la misma confianza", señalaron desde los primeros asientos de La Rural a Letra P.
El titular del Palacio de Hacienda le presentó al empresariado los ejes económicos para los próximos meses, que a la sazón es su hoja de ruta para la campaña, en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) que preside Miguel Weiss. El titular de la agrupación empresaria invitó a sus colegas del Círculo Rojo. Al líder de la Cámara Argentina del Comercio (CAC), Mario Grinman; el de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja; el de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; y el de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino. Todos llegaron minutos antes de la exposición de Massa. El titular de la Asociación de Bancos de Buenos Aires (ADEBA), Javier Bolzico, estaba de viaje.
Massa pasó el primer test. Le aseguró al empresariado que sus cuatro ejes para los próximos diez años son el orden fiscal, el superávit comercial, la competitividad cambiaria y el desarrollo con inclusión. El ministro comparó el funcionamiento del país con el de una empresa y lanzó un guiño: “Para los próximos meses nos espera cumplir el mayor nivel de inversión comprometido con el Ministerio de Obras Públicas". También adelantó que dará a conocer el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para los próximos seis meses, una de las aristas que más genera incertidumbre en el sector, y apuntó a que la construcción fue "la primera víctima", del acuerdo.
En la previa, los dueños de las firmas más importantes del país resaltaban el perfil "moderado" del ministro, su "liderazgo" y su actitud "proempresaria". Grinman contó que se enteró de su postulación mientras estaba en un viaje en Suiza, le mandó un mensaje con sus felicitaciones y se dio cuenta de la diferencia horaria, pero el jefe de Hacienda le contestó "al instante". "A Alberto le queda ordenar la transición hacia el que venga", dijo la cabeza de una empresa constructora que prefirió el off the record. El CEO de Cabrales, Martín Cabrales, habló de renovación política: "Es un candidato nuevo. Sería la terminación o la culminación de un periodo de gobierno y el comienzo de otro, fuese Massa o el candidato que le toque gobernar la Argentina los próximos cuatro años".
En general, la cúpula empresaria resaltó la necesidad de escuchar los programas de gobierno a que vayan a presentar las distintas fuerzas políticas. "Quienes tengan animosidad contra los empresarios no va a tener futuro", aseguró el presidente de la CAC. Después de disertar, Massa bajó a saludar uno por uno al Grupo de los seis. La sala se quedó a escuchar a Fernández, quien de sorpresa, subió al escenario que abandonaba el ministro de Economía. "Acaban de escuchar al próximo presidente", lo alentó.
