En menos de tres años PRO, ya dejó el país la mitad de los dólares que fugaron en los 12 años K. Y el fenómeno se desmadró en la corrida. Los ganadores son la única constante argentina.
Pobló los directorios de las empresas en las que el Estado tiene acciones con un ejército de amigos del Círculo Amarillo. Y puso en marcha la descapitalización para pagar la reparación histórica.
Macri carga 146 mil dólares por minuto sobre las espaldas de los argentinos. Por qué no puede parar, las pruebas de amor que exigen los nuevos acreedores y los aguijones que pueden pinchar la burbuja.