PRECIOS SIN CONTROL

Tras el quiebre con la CGT, el Gobierno se resigna al paro y apunta a Moyano

En la Casa Rosada se preparan para un paro nacional en medio del Mundial, mientras Trabajo apunta a insistir con la conciliación obligatoria para evitar el paro de Camioneros, que ya fue confirmado.

Luego de cuatro días de intercambios informales, la convocatoria que el Gobierno le hizo a la CGT para evitar un nuevo paro nacional le permitió ganar un poco de tiempo antes del inicio del Mundial, pero concluyó en el fracaso. "No habrá reunión y no se sabe cuando. El paro ahora parece inevitable pero hay tensiones entre ellos", contestó a Letra P una fuente del Ministerio de Trabajo, para confirmar que la tensión con el cegetismo no cambió. Sin embargo, la principal atención de la Casa Rosada no está puesta en una huelga nacional, sino en el paro que anunció el Sindicato de Camioneros para este jueves, aunque la cartera laboral ya dictó la conciliación obligatoria sobre ese conflicto salarial. 

 

En la hoja de ruta de la Casa Rosada para esta semana barajan momentos de tensión para el jueves. "Si violan la conciliación obligatoria podemos aplicar multas y otros recursos", arriesgó un funcionario que responde al ministro Jorge Triaca. El titular de la cartera laboral pasó toda la semana pasada en Ginebra, durante una conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y desde el fin de semana protagoniza los intercambios informales con los negociadores de la CGT, pero también sigue en detalle la evolución del conflicto con Camioneros, que reclama un aumento del 27% para la paritaria de este año, y la oferta patronal no supera el 15%. 

 

Con el gremio conducido por Pablo Moyano no hubo negociaciones para impedir el paro de la actividad el jueves, aunque hay una audiencia prevista para este martes por la tarde. Ante las consultas de este medio, una fuente de la Federación Nacional de Camioneros explicó que "cuando recibimos la notificación de la conciliación, la protestamos en la sede laboral, porque las asambleas de dos horas que realizamos están legalizadas. Ellos dicen que rige la conciliación, pero nosotros ya les informamos legalmente que no aceptamos la conciliación obligatoria", confió el dirigente sindical. Para el gremio en conflicto, no hay grandes expectativas en la audiencia prevista, porque "los empresarios ya confirmaron que no se salen del 15%, por lo tanto el paro se hace". 

 

Detrás de ese compás de espera con uno de los gremios más importantes del país, el poroteo con la CGT tuvo un punto de acercamiento entre domingo y lunes, cuando los negociadores del Gobierno habían accedido a parte de los cinco reclamos que había realizado el triunvirato cegetista el jueves pasado, cuando fue convocado por el Gobierno para negociar.

 

 

 

El pliego original de condiciones reclama “una norma concreta por parte del Gobierno que evite los despidos y suspensiones en el sector público y privado por los próximos 6 meses”. Eliminar “la base de cálculo del Impuesto a las ganancias (sobre la 4ta. Categoría) del Sueldo Anual Complementario a cobrar en el mes de julio”, la devolución “en su totalidad y en forma urgente de los fondos correspondientes a los gastos de salud de las obras sociales sindicales”. También pidieron el “compromiso para que no exista modificación alguna sobre la actual Ley de Contrato de Trabajo. También reclamó la reapertura de “las paritarias cerradas a la fecha sin ningún tipo de limitación para la discusión”, un “principio que debe sostenerse con las que actualmente están discutiendo aumentos salariales”. 

 

La contraoferta oficial llegó tres de los cinco puntos. La mesa integrada por Triaca, el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, propuso sacar el próximo aguinaldo del pago al Impuesto a las Ganancias, crear una comisión para analizar despidos y suspensiones hasta fin de año y cumplir con el desembolso de 4.500 millones de pesos adeudados a las obras sociales sindicales, que el Gobierno había comprometido en 2016 y que fue frenado por decisión presidencial antes del paro nacional del año pasado. 

 

"Hay tensiones entre ellos, íbamos a hablar todos los temas, ahora la pelota la tienen ellos, nuestra postura es el diálogo", insistieron en la cartera laboral para culpar a la CGT del fracaso de la iniciativa, aunque la central obrera ya había planteado que los cinco puntos eran virtualmente inamovibles, en una posición que no era común para todos los miembros del Consejo Directivo que volverá a reunirse para definir si realiza un nuevo paro nacional, un punto sobre el que habría ahora más acuerdo que el jueves pasado. 

 

el otro segundo semestre de macri
Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta

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