ELECCIONES 2019

La apuesta del Gobierno: pegar a Pichetto con CFK para potenciar a Urtubey

En un escenario adverso y sobre el fin de un mes durísimo para el Gobierno, los cerebros políticos de PRO buscan explotar la sociedad peronista en el Senado para dejar crecer al opositor favorito.

El desenlace del debate por el tarifazo en el Senado, que concluyó con una dura derrota para el Gobierno, es considerado un punto de partida para el presidente Mauricio Macri. Si mayo comenzó con una corrida cambiaria que marcó una inflexión determinante para su administración, los funcionarios de Balcarce 50 ahora consideran que el veto presidencial que anuló la ley para retrotraer tarifas a noviembre de 2017 es una forma acorde para cerrar un mes “turbulento”. En materia de interlocutores peronistas, iniciaron el quinto mes de este año con el senador Miguel Angel Pichetto como una pieza clave y lo terminan con una decidida cercanía con otro, perteneciente al mismo pelotón de “racionales”, pero con funciones ejecutivas en Salta: el gobernador Juan Manuel Urtubey, que este jueves fue el primero en recibir al Presidente luego del anunciado veto.

 

“Que quede claro: para nosotros no hay grandes costos políticos por vetar esa ley. Los mayores costos los paga Pichetto, sus senadores y los gobernadores que dicen una cosa en público y en privado dicen otra. Ninguno de ellos se pudo diferenciar de Cristina (Fernández de Kirchner) y finalmente quedaron pegados a ella, que hegemonizó el debate”, resumió a Letra P un inquilino de Balcarce 50, mientras caía el último crepúsculo de mayo sobre el Patio de las Palmeras. Cada uno de los funcionarios que pasan sus días entre granaderos y custodios sabe que el mes que termina no se asemeja a ninguno de los que han vivido como numerarios de la Casa Rosada.

 

 

 

La presión de la crisis de este mes tampoco es comparable con la tensión de diciembre pasado, durante el tratamiento de la reforma previsional en sesiones extraordinarias. Esta vez, el debate por el tarifazo no tuvo un correlato violento en la calle, ni contó con un brutal despliegue policial, sino que fue acompañado por los picos de histeria de la corrida cambiaria que, al menos por ahora, dejó al dólar en una paridad que aplacó un poco “el atraso” de la divisa que diagnostican los asesores económicos del Presidente. La diferencia entre diciembre y mayo es reconocida por los funcionarios consultados, que vuelven a refutar con vehemencia la existencia de una crisis por el aumento de las tarifas y por el traslado de la devaluación a los precios.

 

 

 

Al filo de la subestimación de la realidad, la interpretación oficial vuelve a deambular por la zona de confort de Cambiemos: antagonizar con el kirchnerismo y posicionar a la ex presidenta como la línea divisoria de un río revuelto donde la Casa Rosada no pierde expectativas de continuar con la pesca.

 

 

 

LA VIEJA POLARIZACIÓN. “Sigue quedando CFK como la figura que aglutina a la oposición y el otro peronismo se perdió la oportunidad de diferenciarse, volvieron a quedar todos pegados a ella. Pichetto es un hombre mayor ya, no puede ser candidato y sus socios tampoco tienen un candidato que los represente. En resumen: ellos hablan mucho en el Senado, pero afuera del Senado todavía no logran hablarle a nadie”, se ufanó el funcionario, tan afecto al consumo de estadísticas, trackeos, encuestas y big data, como el que caracteriza al jefe de Gabinete, Marcos Peña.

 

 

 

En ese panorama de atávicos algoritmos y estudios de la demanda, los escuderos de Peña aseguran que la cercanía del “peronismo racional” con CFK es una oportunidad para Urtubey que desaprovecharon “los aliados de Pichetto”. La lectura prefirió eludir las preguntas sobre la cercanía del mandatario salteño con el senador rionegrino, y la insistencia por whatsapp que le hizo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, para “mandar al frente a Pichetto” como autor del proyecto alternativo que les llevó Urtubey para evitar el veto.

 

 

 

A diferencia de la inquina que destilaron los operadores del oficialismo contra los gobernadores del peronismo durante las negociaciones para evitar que prospere el freno al tarifazo, cerca del Presidente aseguran que la interlocución con los gobernadores peronistas “continuará igual que siempre”. En rigor, el Ejecutivo no está en condiciones para imponerle condiciones a los caciques provinciales, menos ahora que se avecina una larga negociación para comenzar a diseñar el presupuesto 2019, con el fin de adecuarlo al ajuste que solicite el Fondo Monetario Internacional cuando concluya la negociación para obtener un nuevo crédito stand by.

 

 

 

Si el “borrón y cuenta nueva” se confirma en los gestos presidenciales con los “gobernas”, a Urtubey le espera una mayor atención de la Casa Rosada. Superior a la prodigada por el aparato de Cambiemos hasta ahora. “A Urtubey le conviene no pelearse con Macri, porque sabe que puede crecer, a diferencia de los otros que ya quedaron pegados a Cristina”, redondeó la fuente con un renovado entusiasmo por explotar nuevos dividendos con la polarización frente al kirchnerismo. El empeño oficial para mostrar a Urtubey como el nuevo aliado racional del Gobierno encierra una sola novedad que lo diferencia de Pichetto: a pesar de los buenos augurios, el salteño deberá convivir con una administración que tendrá que lidiar con el programa económico del FMI, en el comienzo de un semestre que el propio Gobierno anticipa como “muy duro”. Una muestra de ese filo, lo aportó el propio mandatario norteño este jueves, antes de despedir al Presidente, cuando buscó curarse en salud y anticipó que no piensa acompañarlo electoralmente.

 

Mauricio Macri evitará meterse de lleno en la pelea entre Javier Milei y Victoria Villarruel.
La vicepresidenta opositora Victorial Villarruel.

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