TENSIÓN GOBIERNO-GREMIOS

El avance de las causas contra Moyano, el termómetro de la marcha del 22

En el sindicato verán cómo reaccionan los tribunales en las pesquisas contra el camionero que cuentan con aval oficial. Por ahora, la convocatoria “se enfrió” y no habrá bases de otros gremios.

Cuando el presidente de la Nación, Mauricio Macri, le contestó al camionero Hugo Moyano sobre las causas judiciales en su contra y le pidió que se someta a los procesos, en la CGT entendieron que la contienda había llegado a un punto personal de no retorno. La mayor parte de los gremios nucleados en la Confederación General del Trabajo (CGT) ya venían especulando sobre esa guerra de poder y egos en las charlas sobre la marcha que convocó el dirigente para el 22 de febrero. Entendían la convocatoria como un hecho aislado cuya adhesión debía ser debatida seria y largamente. Y que, como están hoy las condiciones, el tema estaba “frío”.

 

En este escenario, desde el entorno del líder camionero, el posicionamiento para con la marcha del 22 está atado casi en un 100% a lo que ocurra en dos días, cuando se levante la feria judicial. Aguardan ver cómo reaccionan los jueces que investigan a Moyano y su familia en las causas que, entienden en el gremio, tienen aval político del gobierno de Cambiemos.

 

“Eso puede acelerar los tiempos o dilatar la convocatoria”, reconoció ante Letra P un hombre de confianza del dirigente. Generó desconfianza la fuerza con la que salió Macri a contestarle a Moyano. Sin intenciones visibles de bajarle la tensión a un vínculo que ya no pasa por la belicosidad de su hijo Pablo contra el oficialismo, sino que encendió la mecha anti-macrista del jefe de la familia.

 

 

¿Qué dicen el resto de los gremios nucleados en CGT de la ida a la calle el 22? En primer lugar, que no habrá convocatoria a las bases, aunque es posible que haya presencia de las cabezas de algunos gremios para la foto. “Algo testimonial”, aclaran. Se espera, sí, que haya algunos gremios del transporte afines a Camioneros, pero no se contará, hasta el momento, con la presencia de la Unión Tranviario Automotor (UTA) y los ferroviarios.

 

La razón de la negación de llamar a las bases es que la mayoría no ven que la convocatoria de Moyano responda a una persecución del Gobierno a los sindicatos, sino más bien algo puntual contra la familia del presidente de Independiente. Tanto es así que decidieron correrse de los diálogos con el Gobierno para restarle peso a la contienda. Algo que había intentado incluso asegurando que detrás de la embestida contra el camionero estaba la mano del Grupo Clarín, con una vendetta pendiente por los bloqueos a las plantas impresoras en los años del kirchnerismo. 

 

Por razones obvias, la radicalización de los Moyano tiene algunos puntos que la explican. En primer lugar, según lee el ala negociadora de la CGT, Pablo Moyano está en campaña para conducir la central obrera con sede en la calle Azopardo. Y cuenta con una línea dura que lo apoya y que está centrada en romper los lazos con un "gobierno de derecha", según su calificación.

 

En ese pelotón pequeño pero con mucha representación, conviven el líder de la Bancaria, Sergio Palazzo; el jefe del Suteba, Roberto Baradel; y el representante de los trabajadores de Anses, Leonardo Fabré. Baradel y Moyano mantuvieron varias charlas hace unos días, mientras participaban de la reunión del PJ Bonaerense en Costa del Este.

 

En la otra esquina, del lado de los negociadores cegetistas, se inscribe todo el triunvirato y, sobre todo, el líder de Sanidad, Héctor Daer, el que mayor vínculo tiene con uno de los ministros más relevantes de Cambiemos. Otro de los que está en una posición media es Juan Carlos Schmid. El jefe de Dragado y Balizamiento y dirigente de la Federación Marítimo Portuaria (Fempinra) tendrá este jueves una reunión en el Ministerio de Trabajo y con Transporte, por el traslado de los puertos. Será el primer diálogo cara a cara con funcionarios luego de los chisporroteos del verano. Schmid es uno de los que intenta hacerle saber al Gobierno que no se puede demonizar a 3.000 gremios por diez dirigentes sindicales con conductas delictivas o cuasi-delictivas.

 

Javier Milei y Victoria Villarruel.
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