Elecciones 2017

Tras esconderlo por tercera vez, Vidal ratifica sus diferencias con Arroyo

La gobernadora cerró la campaña marplatense nuevamente quitando de escena al intendente. Negó que las obras se hagan para ganar las elecciones. El juego del alcalde.

La cuarta visita de María Eugenia Vidal en menos de dos meses, no sólo da cuenta de la relevancia que tiene Mar del Plata para Cambiemos, sino también de lo crítico que se presenta el escenario en la ciudad balnearia para el frente de Gobierno en un contexto de creciente tensión con su jefe comunal, Carlos Fernando Arroyo quien, por tercera vez consecutiva, fue omitido de la actividad encabezada por la mandamás bonaerense junto con los principales candidatos en el orden seccional y nacional.

 

La ira del intendente melancólico de los años de plomo por el cierre de la lista local, fue la gota que rebasó el vaso de la paciencia en el armado bonaerense del frente de Gobierno desde donde, a los pocos días, se ordenó esconder a Arroyo del acto por el retorno del servicio ferroviario que une la estación porteña de Constitución con Mar del Plata. Lo mismo sucedió días más tarde, cuando Vidal arribó junto a Lilita Carrió.

 

Pero el castigo no sólo parece provenir de una de las partes. En las últimas semanas, el alcalde marplatense instauró un mecanismo de desayunos con medios locales en donde no dejó de disparar frases polémicas, entre las que preponderó aquella que afirmaba que la Provincia y la Nación inyectaban recursos y obras en la ciudad con objetivos meramente electoralistas.

 

No son pocas las voces del oficialismo que consideran que esta batería de frases no son sólo parte de un dirigente con pocos pelos en la lengua, sino que son intencionalmente dirigidas para generar revuelo en la campaña de un frente que poca cabida le dio a su espacio, la vecinalista Agrupación Atlántica.

 

En este contexto, tras cerrar la campaña marplatense en las instalaciones del club Quilmes, Vidal ratificó la tensión existente con el mandatario municipal: “Tenemos diferencias y se las he manifestado al intendente, lo que quiere decir justamente que si hay diferencias mayores es mi compromiso con esta ciudad. Más quiero todavía que el gobierno en la provincia esté presente, que avance y que les dé respuestas a los problemas de los marplatenses”, sostuvo al diario La Capital.

 

Y refutó los dichos de Arroyo: “Esto no tiene que ver con un tema electoral porque estuve muchas veces el año pasado. Elegí Chapadmalal muchas veces como refugio para mis hijos. Me han visto alguna noche cenando en algún lugar de la ciudad. Tengo un compromiso con esta ciudad. Me importa lo que le pase, más allá de una elección”.

 

Así dadas las cosas, Cambiemos afronta en Mar del Plata una elección significativa, tanto por lo que representa en el padrón del interior bonaerense como por el resultado que el frente de Gobierno había obtenido en la última elección –alrededor del 50%.

 

Aludiendo a esa cifra, también resuenan en la ciudad balnearia las voces de malestar de dirigentes radicales que buscaban competir en las PASO y no pudieron hacerlo tras la orden “de arriba” de evitar compulsas en agosto: “Hay sectores que se sintieron claramente defraudados y lo manifiestan de distintas maneras y otros que decididamente no van a colaborar en la campaña”, advirtió días atrás a Letra P el titular de la UCR local, el concejal Mario Rodríguez, quien calificó como “un error” que va a afectar al resultado de Cambiemos el hecho de no habilitarse la interna.

 

Bajo este escenario, las preguntas sobre lo que sucederá en Mar del Plata post elección proliferan en el oficialismo, al tiempo que Arroyo, en sus flamantes desayunos con medios, reitera que el próximo intendente de la ciudad será él. Sea como fuere, lo cierto es que el aval de “arriba” no lo tendrá, y eso quedó sellado con su tercera ausencia consecutiva a un acto de la gobernadora en su territorio.

 

Acompañado del ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el gobernador Maximiliano Pullaro recibió los 80 móviles enviados por Kicillof.
Javier Milei y José Luis Espert. 

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