CRISIS DE LA EXPORTACIÓN

Productores de biodiesel aceleran papeleo con Europa aún con el mercado cerrado

Quieren tener todo listo para cubrir las más de 700 mil TN que no se vendieron a EE.UU. Una sorpresa: aseguran que los estadounidenses deberán importar igual porque no cubren toda su demanda.

La decisión de Estados Unidos de subir los aranceles al ingreso de biodiesel argentino cerró casi totalmente la exportación de ese producto y generó una novela con condimentos políticos y comerciales que se estima será de larga data. En el sector de los productores locales, hay un fuerte respaldo al Gobierno Nacional en las gestiones políticas ante las oficinas de Comercio de la administración de Donald Trump. Pero el de Estados Unidos es un caso cerrado por este año y buena parte del que viene. Así las cosas, las empresas nucleadas en la Cámara del Biodiesel (CARBIO) decidieron adelantarse la jugada.

 

A sabiendas de que es altamente probable que se reabra para la Argentina el mercado europeo, iniciaron los papeleos y autorización para vender al viejo continente, aún con ese negocio cerrado desde el año 2013. Fue en aquel entonces en que la torta de las exportaciones argentinas cambió radicalmente: se pasó de vender el 95% de las exportaciones a Europa (mayormente a España), a hacer lo propio con el nuevo mercado estadounidense. Hoy, la cuestión intenta volver a la relación antigua, pero el camino no es sencillo.

 

Desde el sector productor explicaron a Letra P que en 2016 se pautaron con Estados Unidos las exportaciones de biodiesel por 1.470.000 toneladas a valor de U$S1240 millones totales. En lo que se colocó este año, la cifra alcanzó las 716 mil toneladas. Lo que resta venderse es lo que debería colocarse en Europa, pero en tan solo dos o tres meses. Es que se estima que la reactivación de ese mercado ocurrirá recién a fines de septiembre.

 

Un segundo escenario de esta crisis es una nueva estimación de los productores locales. Si bien en voz baja y como también lo hace el Gobierno, se sorprenden por lo que consideran una medida “populista” de Trump, no se resignan. Con los números en la mano concluyen que los productores estadounidenses no alcanzan a cubrir el corte por ley que tiene el diésel en ese país. Y que, más tarde o más temprano, van a tener que volver a exportar.

 

En este contexto, desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) marcaron otro problema derivado del affaire del biodiesel. La “preocupación por la drástica e inesperada caída de la demanda de aceite de soja como consecuencia del arbitrario e injustificado bloqueo impuesto por el Departamento de Comercio de Estados Unidos a las exportaciones argentinas de biodiesel”. Por medio de un comunicado, la entidad afirmó que “dado que el principal insumo para la elaboración del biodiésel exportado es el aceite de soja, producto de la molienda del poroto de soja, resulta en un importante perjuicio para toda la cadena de valor, que se inicia con el cultivo de la oleaginosa, por cuanto se prevé una reducción relativa de precios por el exceso de oferta de la Argentina”.

 

Agregaron que “el impacto negativo en la producción de aceite de soja por el bloqueo al biodiésel argentino surge de que el año pasado las exportaciones de biodiésel a Estados Unidos demandaron alrededor de 1,5 millones de toneladas de aceite de soja”. Y concluyeron que, “no obstante, probablemente el efecto más pernicioso se producirá en una baja del precio del poroto de soja, teniendo en cuenta que en 2016 el aceite de soja que insumió el biodiésel enviado al mercado norteamericano requirió aproximadamente 7,5 millones de toneladas de poroto de soja”.

 

Martín Menem y Karina Milei.
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