AGUSTÍN ROSSI

"La Argentina no necesita más oficialismo, adolece de una oposición fuerte"

Encabezó la victoria del peronismo en Santa Fe y trabaja junto a Rodenas para contener los votos de las primarias en octubre. Anticipa que no será candidato a gobernador en 2019 y posiciona a Perotti.

El kirchnerismo recién masticaba la dura derrota de las elecciones 2015 cuando Agustín Rossi decidió que era necesario ponerse de nuevo en campaña. En 2016, con pocos meses afuera del Gobierno, el ex ministro de Defensa compró un auto nuevo, se subió junto a dos colaboradores y empezó a recorrer Santa Fe, con el objetivo puesto en las legislativas 2017. El contador llegó a 140 mil kilómetros. “No lo voy a poder vender nunca”, bromea Rossi, relajado por la victoria que el peronismo reencontró en su provincia en las primarias del 13 de agosto, tras varios años de derrotas.

 

El triunfo le dio al ex ministro un sabor a revancha. Con su lista en primer lugar, directamente identificada con Cristina Fernández de Kirchner, el Frente Justicialista derrotó a Cambiemos en Santa Fe pese a que la noche de la elección el oficialismo nacional anunció y celebró una victoria en el tercer distrito electoral del país. La historia se dio vuelta a la madrugada, cuando los votos de Rosario inclinaron la balanza en favor de Rossi. El escrutinio definitivo arrojó 516.803 votos para el peronismo, 500.832 para Cambiemos y 220.728 para el Frente Progresista.

 

 

En Buenos Aires, donde viajó después de las PASO para reunirse con Cristina, Rossi analizó el resultado de las primarias, habló sobre el futuro del peronismo y sorprendió con una definición sobre su futuro en la política santafesina. “No voy a ser candidato a gobernador en 2019. Omar Perotti quedó muy bien posicionado en la elección anterior”, dijo a Letra P.

 

 

BIO. Nació 18 de octubre de 1959 en Vera, Santa Fe. Es ingeniero. Peronista. Casado con una abogada, tiene cuatro hijos. Fue concejal de Rosario entre 1987 y 1991. Dejó la política en los noventa por diferencias con el entonces presidente Carlos Menem. En 2005 llegó al Congreso: fue diputado nacional por dos mandatos y presidió el bloque del Frente para la Victoria. Entre 2013 y 2015 fue ministro de Defensa. Ahora es diputado del Parlasur. Fue por la gobernación de su provincia en 2011: quedó tercero.

 

-¿Cómo analiza la victoria del Frente Justicialista en las PASO de Santa Fe?

 

-Fue la propuesta más visible y más identificable claramente opositora. Tanto Rodenas como yo planteamos una misma mirada crítica sobre el Gobierno nacional y la política económica y sus efectos. Me parece que los ciudadanos privilegiaron a los espacios más visibles desde el punto de vista de sus posicionamientos. El que quería votar en defensa del Gobierno votó a Cambiemos. El que quería pronunciarse en contra nos votó a nosotros.

 

 

“No voy a ser candidato a gobernador en 2019.  Omar Perotti quedó muy bien posicionado en la elección anterior”

 

 

-Es decir que lo benefició que las elecciones se nacionalizaran.

 

-Las elecciones intermedias siempre se nacionalizan y polarizan porque el escenario es binario: estás a favor o en contra del Gobierno. Aquellos espacios que en algún momento tuvieron posiciones más cercanas al oficialismo y en otros momentos estuvieron más cerca de la oposición no terminaron generando la confianza necesaria. Lo que se posiciona como opositor a Mauricio Macri es el peronismo y sus aliados, en sus distintas variantes. 

 

-Por historia en las anteriores elecciones, el mayor desafío del peronismo santafesino es retener en la elección general los votos de las primarias. ¿Es posible?

 

-Hay un nivel de conciencia muy amplio sobre lo que es la política nacional. Tanto Rodenas como yo nos definimos claramente en contra del modelo económico de Macri, de la reforma laboral y previsional. Me parece que en esa mirada crítica y común hay un espacio amplio sobre el cual se puede trabajar y hacer una buena propuesta a los santafesinos. Después, hay que tomar en cuenta que el efecto que tienen las PASO sobre las elecciones legislativas no es el mismo que sobre las ejecutivas. En las ejecutivas el que gana pasa y el que pierde se va a su casa. En las legislativas se produce un ordenamiento de la lista. Y la lista va a decir Rossi-Rodenas. Ese elemento seguramente va a coadyuvar a que todos los votantes del Frente Justicialista queden en el mismo espacio.

 

-A ese espacio van a apuntar las otras fuerzas, tanto Cambiemos como el Frente Progresista, para intentar seducir a los votantes peronistas no kirchneristas.

 

-Yo les diría respetuosamente que se ocupen de conservar sus propios votos antes que andar viendo lo que pasa en otro lado. Porque además hay otro elemento que es muy de adentro de la provincia de Santa Fe, y muy del peronismo en particular, que es el elemento del triunfo. Hacía muchos años que nosotros no ganábamos una elección en Santa Fe. Y todo esto ha potenciado, puso contentos a nuestros militantes y a nuestros dirigentes. Hay un clima de alegría, de decir que si nosotros consolidamos este triunfo de las PASO en octubre, quedamos muy bien posicionados para disputar la gobernación en 2019. Todos esos elementos coadyuvan y no solamente vamos a mantener nuestros votos en octubre sino que los vamos a ampliar.

 

 

 

-¿Usted se anota nuevamente en la carrera para la gobernación en 2019?

 

-No, no voy a ser candidato a gobernador.

 

-¿Y quién cree que debe ser?

 

-El que quedó muy bien posicionado en la elección anterior fue Omar Perotti. Tendrá que hacer su camino y llevarlo adelante.

 

-¿Habló con él después de la elección?

 

-Sí, me llamó el domingo a la noche por teléfono para felicitarme por el resultado electoral.

 

"Por ahí el Gobierno amplía su núcleo duro en Diputados (en 2018) pero los espacios intermedios se van a achicar. Va a tener menos posibilidades de hacer alianzas."

-Es decir que vislumbra un peronismo unido en Santa Fe para 2019.

 

-Me parece que eso depende de las conclusiones que saquemos después de la elección. De cara a octubre, lo que tenemos que hacer es trabajar todos juntos para tratar de hacer la mejor elección.

 

-¿Cómo imagina la Cámara de Diputados el año que viene?

 

-Tengo la cabeza muy puesta en las elecciones todavía. Pero si los resultados de las primarias se mantienen, será una Cámara ley por ley. Cada ley será un debate distinto, habrá que buscar mayorías y consensos.

 

-Eso fue lo que el Gobierno planteó para estos dos años.

 

-Pero en estos dos años no le costó nada. El Gobierno sabía que tenía aliados que finalmente iban a terminar votando, negociaba con todo lo que tenía. Creo que no va a ser la misma Cámara.

 

-¿Cree que no le va a resultar tan fácil al Gobierno negociar, pese a que va a tener mayor representación en las bancas?

 

-Efectivamente. No le va a ser tan fácil. Por ahí el Gobierno amplía su núcleo duro pero los espacios intermedios se van a achicar. Va a tener menos posibilidad de hacer alianzas.

 

-Los gobernadores ya hablan de armar un bloque de diputados propio para negociar con el Gobierno.

 

-Negociar sus derrotas, porque los que negociaron perdieron.

 

 

A Cristina la agraviaron, la acusaron, la procesaron y la insultaron. Después de un año y medio se presentó a elecciones, como dice Leopoldo (Moreau) con un celular, y sacó el 35 por ciento en la provincia de Buenos Aires. Entonces explíquenme (los gobernadores) cómo hacen una estrategia política excluyendo a la más votada.

 

 

-No todos. En Salta, Chaco, San Juan, el peronismo ganó.

 

-Son excepciones. Yo creo que la oposición tiene que avanzar en una unidad. Tenemos que tener una alternativa de gobierno para 2019, avanzar en una convocatoria amplia de acuerdos y consensos. La Argentina no necesita más oficialismo, ya tiene. El oficialismo tiene diputados, senadores, gobernadores, ministros, jefe de Gobierno, un sistema de medios que lo acompañan, el apoyo de la embajada de Estados Unidos, del sector financiero, del sector económico, ¿qué más necesita? Lo que el sistema democrático necesita es una oposición fuerte. La Argentina adolece de eso. Y en ese marco el peronismo, y el kirchnerismo más aún, tiene un nivel de protagonismo importante. Pero el consenso tiene que ser que vamos a hacer oposición, no paraoficialismo.

 

-Hay un sector del peronismo que dice que hay que avanzar en ese proceso pero que considera que Cristina es un obstáculo en ese camino.

 

-Bueno, que le ganen. Yo no entiendo la política hecha en una mesa de café. Cristina sacó el 35 por ciento de los votos. ¿Qué dirigente político en la Argentina del peronismo tiene más votos que Cristina? La política no es lo que a uno le gustaría. Lo que sucede en la realidad es otra cosa. A Cristina la agraviaron, la acusaron, la procesaron y la insultaron. Después de un año y medio se presentó a elecciones, como dice Leopoldo (Moreau) "con un celular", y sacó el 35 por ciento en la provincia de Buenos Aires. Entonces explíquenme cómo hacen una estrategia política excluyendo a la más votada. Yo hice campaña en la provincia de Santa Fe con Cristina, con carteles y camioncitos que decían “no puede votar a Cristina en la provincia de Santa Fe, la lista de Unidad Ciudadana es la de Rossi”. Es imposible imaginar el futuro de la oposición sin tener este dato de la realidad. Salvo que no quieran ganar en 2019, que puede ser. Si no quieren ganar, está bien.

 

 

 

-¿Cree que el escenario hubiera sido otro si Cristina hubiera aceptado ir a una primaria con Florencio Randazzo? ¿Hubiera obtenido un triunfo más contundente?

 

-No lo sabemos. Con el diario del lunes es fácil. A mí me comparan con lo que pasó en Santa Fe. La primaria de Santa Fe fue muy competitiva. Rodenas hizo una muy buena elección. Los sectores gremiales, la mayoría de los intendentes y los jefes comunales estaban con ella. En Buenos Aires una primaria entre Cristina y Florencio hubiera sido 7 a 1.

 

-¿Cree que el Gobierno hizo una buena elección?

 

-Creo que hizo una elección para estar conforme, no eufórico. La euforia es con el título del diario del lunes que decía que habían ganado Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Resulta que no fue así. Pero a esta altura ya deben de haber hecho dos reflexiones. La primera es que fue la peor elección de un oficialismo en su primera elección intermedia. Raúl Alfonsín ganó muy bien en el ´85. Lo mismo Carlos Menem en el ´91. Néstor (Kirchner) en 2005 y hasta Cristina en 2009, aunque veníamos del conflicto de la 125. Solamente le ganan a Fernando de la Rúa, que sacó el 23 o 24 por ciento de los votos. Y en segundo lugar, el 65 por ciento de la población votó en contra del oficialismo. Entonces, si después de un año y medio de gobierno no generaste consenso dentro de la sociedad, yo estaría conforme pero mantendría semáforos amarillos.

 

-¿Qué cree que va a reflejar la elección en octubre?

 

-En el caso de Buenos Aires y Santa Fe yo creo, que por fuera de los dos espacios que lograron la mayoría de los votos, predomina el sentimiento más opositor que oficialista. Por eso creo que nos va a ir mejor.

 

-Usted fue jefe de bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados durante ocho años. La especulación es que volverá a serlo después de diciembre. ¿Es así?

 

-Entiendo la especulación pero habrá que ver cómo queda el escenario político. A mí criterio, tenemos que tener un perfil opositor, algo parecido a lo que hizo el bloque de Héctor Recalde en este tiempo. Pero hay que ver cómo se configuran los bloques. Yo sí tengo claro que voy a estar en un bloque claramente opositor a este modelo económico neoliberal.

 

Carolina Losada delante y Germán Pugnaloni, funcionario nacional, detrás. (Foto: Redboing).
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