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Juan José Mussi: “Vidal es una víctima del modelo como los demás argentinos”

El caudillo de Berazategui vuelve a competir en su distrito. Posa los dardos sobre Macri, cuida a la Gobernadora y recuerda cuando ella elogió su gestión. Entre ollas populares y la ley del gallinero.

A 30 años de su primer triunfo y a una década del último, Juan José Mussi vuelve a competir en el territorio que administró en cuatro períodos y por lo cual en el tablero político lo ubican en el casillero de los “Barones del Conurbano”. En esta oportunidad, lo hará encabezando la lista de precandidatos a concejales de Berazategui respaldada por su hijo, el intendente Juan Patricio Mussi.

 

“Vamos a ganar muy cómodos. Hasta va a haber corte de boleta a favor nuestro”, vaticina confiado de arranque en diálogo con Letra P el caudillo berazateguense, quien de todas formas hace gala de su experiencia política para dosificar con cautela los pases de factura por un país que, afirma, está caminando hacia “los momentos más difíciles”.

 

Focalizando las responsabilidades en el Gobierno nacional, Mussi evita etiquetar críticamente a María Eugenia Vidal, a la cual considera “víctima del modelo como los demás argentinos”. Para argumentar esta observación, apeló a la “Ley del gallinero”, en tanto que recordó los elogios que supo recibir de la Gobernadora.

 

BIO. Nació en Plátanos, partido de Berazategui, el 9 de enero de 1941. Médico clínico, ingresó a la política en 1963 como secretario del Concejo Deliberante local. En 1987, bajo el sello del Frente Justicialista Renovador, fue erigido intendente, cargo al que fue reelecto en otras tres oportunidades (1991, 2003 y 2007). Fue ministro de Salud bonaerense desde 1994 hasta 2002 y secretario de Ambiente de la Nación desde diciembre de 2010 al mismo mes de 2013, cuando asumió como diputado provincial, cargo que finaliza este año. Es padre del actual jefe comunal de Berazategui, Juan Patricio Mussi.

 

-¿Va a ser una elección local con foco en lo nacional?

 

-Va a ser una cosa mixta, hablando de lo nacional por supuesto porque somos parte de una boleta que representa un proyecto nacional y popular que encabeza Cristina Fernández de Kirchner y vamos fundamentalmente a comparar el proyecto nuestro con lo que está pasando. En el orden local, tenemos una imagen muy alta, los resultados en el orden local no van a bajar de 35 puntos de diferencia sobre el segundo.

 

-¿Por qué decide volver a presentarse en su municipio?

 

-Es un momento muy difícil para todos los argentinos, nosotros no somos una isla y soy nacido en Berazategui, me dio todo desde el punto de vista político, humano y profesional y considero que tengo que estar al lado de mi gente, porque siempre algo se puede hacer especialmente en un momento difícil, y sostener las demandas sociales, prestando servicios, con polideportivos para los más chicos y trabajando para los adultos mayores, que a nuestro juicio son los más desprotegidos, y poner freno a lo que pasa con el Gobierno nacional. Tenemos los mismos problemas que todos los argentinos.
 

 


Son muchísimos los que perdieron su trabajo. Estuve recientemente con el gremio remisero y están trabajando la mitad de lo que trabajaban. También estuve charlando con comercios de algunas de nuestras zonas y son altísimos los niveles de cierre de comercios. Cada 10 comercios que se cierran, 5 se reabren y el resto queda cerrado porque no pueden subsistir por las tarifas altas y la poca venta”.

 

-Hace más de 30 años que trabaja políticamente en su distrito, ¿cómo observa la situación social actual? ¿Le remite a otra etapa?

 

-Vamos camino a los momentos más difíciles. Como intendente, me tocó vivir la época de las ollas populares, allá por el año 88, 89 y 90, y vamos camino a eso. Son muchísimos los ciudadanos angustiados por la pérdida del empleo y muchos adultos mayores angustiados porque sus hijos y sus nietos están sin trabajo.

-Cuando asumió como legislador provincial señaló que le iba a costar mucho esa función al estar ligado más a lo ejecutivo. ¿Logró adaptarse?

 

-Me cuesta mucho eso. La cámara me alejó de lo que más me gusta que es estar al lado de la gente de mi pueblo. Mediante entregas de subsidios y demás, tenía contacto pero no era lo mismo. Ahora, vuelvo con mucho más problemas pero feliz de esta en mi pueblo.

 

-¿Cómo define la gestión de María Eugenia Vidal?

 

-Vidal es una víctima del modelo como los demás argentinos, cuando tiene un Gobierno con semejante dependencia. Le pasa lo mismo que a nosotros en Berazategui. El Gobierno provincial tendría que tener la valentía de decir que esto no anda bien. Sí considero que la provincia es dependiente del Gobierno nacional, pero acá hay una dependencia política que debería ser enfrentada con valentía.

 

-¿Y Vidal tiene esa valentía?

 

-No lo demuestra.

 

-¿Pero observa diferencias en la impronta de gestión de Vidal respecto a la de Macri?

 

-No se puede hablar de diferencias. Vidal es Macri. Lo que digo no tiene que ser tomado como una ofensa: ésta es la ley del gallinero –NdR: cuando una gallina que está posada en un palo superior defeca sobre la que está debajo.

 

-Cuando la gobernadora habla despectivamente de los “Barones del Conurbano”, ¿se siente incluido dentro de ese lote?

 

-Mire, cuando la Gobernadora era candidata, en un canal de televisión a ella le preguntaron si había encontrado en un gobierno peronista municipal alguien que fuera querido y ella me nombró, y lo dijo claramente. Por eso, en este caso, no me hago cargo (risas).

 

-¿Piensa en volver al sillón municipal?

 

-Yo estoy trabajando junto a mi hijo. Dos años son dos siglos en la Argentina de hoy. Lo único que espero es que cambie el rumbo político para el bien de la gente. Yo soy de los que quieren que le vaya bien al Gobierno, pero para eso tiene que modificar el rumbo político y económico.

 

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