JEFE DEL BCRA NO SUELTA LA PRESA

Sturzenegger se auto-flagela por suba de inflación núcleo y promete más dureza

“La relajación de las políticas monetarias hicieron que aumente”, dijo sobre los precios no regulados, como alimentos y bebidas. Cuánto prevé que será la inflación en 2017, 2018 y 2019.

El auditorio Bosch de la sede del Banco Central (BCRA) desbordaba de gente como pocas veces en una conferencia de prensa del titular de la entidad, Federico Sturzenegger. Los periodistas eran una minoría entre los popes del empresariado, dirigentes del banco y hasta empleados ubicados a los costados del salón. Estos últimos habían llegado en un número tan nutrido que Sturzenegger se adelantó a la jugada: “les pido a los trabajadores del banco que vinieron que al final de la charla no aplaudan, porque esto no es un acto político”, disparó desde el estrado generando algunas sonrisas entre las primeras filas de sillas. Lo escuchaban allí dirigentes de los bancos nacionales y extranjeros, sectores del comercio, la construcción, la industria y la Bolsa. La exposición de los resultados centrales del Informe de Política Monetaria (IPOM) del mes de julio tuvo un mensaje claro que el presidente del BCRA sintetizó. La inflación general está a la baja, pero los precios núcleo (valores desregulados que no responden a estacionalidad y que, básicamente, son precios de la canasta básica de bienes) siguen con un nivel sostenido. Todo esto, adelantó, supone un endurecimiento de la política contractiva de tasas del BCRA, volviendo a los niveles de dureza previos al sendero descendente de la inflación.

 

“La inflación núcleo muestra una persistencia con la que no estamos cómodos. Quizás hubo una baja de tasas más rápida que hizo que esos precios no bajaran”, detalló Sturzenegger y casi que se responsabilizó por el crecimiento sostenido de estos precios en el marco de un índice general con tendencia decreciente. “El núcleo está demasiado rebelde para con la política anti-inflación -explicó-, la relajación de las políticas monetarias hicieron que aumente”.

 

La autocrítica del funcionario culminó con una promesa de volver a endurecer la política monetaria a los niveles que había cuando la inflación era del 40%. La obsesión por llegar a la meta de entre 12 y 17% este año aún es vista como una posibilidad cierta en el BCRA. Van incluso en contra de los cálculos de algunas consultoras alineadas con los intereses de Cambiemos, como Elypsis. La firma del asesor oficial Eduardo Levi Yeyati detalla que para llegar a ese objetivo la inflación cada mes de aquí a fin de año debería estar por debajo del 1%, algo que parece complejo cuando Julio y agosto amenazan con subir cerca del 2% por influjo del tipo de cambio y correcciones como combustibles.

 

Sobre este último punto, Sturzenegger dobló la apuesta: aclaró que el BCRA superó la descripción de la inflación en rangos y dio cifras concretas: para el 2018 será de 10%; mientras que en 2019 será del 5%. “Estamos recién empezando el segundo tiempo del partido”, dijo apelando a una metáfora futbolera ante las preguntas sobre si era realizable el planteo. Y agregó que en lo que a priori sería el primer tiempo, la inflación ya bajó 15 puntos.

 

Con matices, la posición del BCRA está en línea con un pedido del Gobierno Nacional -tal como adelantó Letra P-, que es una contienda contra los formadores de precios que tiene policías buenos, malos, y técnicos que ejemplifican con medidas de estabilidad monetaria. Una de las segundas líneas del Central, en diálogo con este medio, se sonrió al recordar la sobre actuación de Elisa Carrió en su recorrida matinal por los supermercados llamando a un boicot por los precios altos. “Lilita es así, pero el planteo de que hay influencia de formadores es real, aunque no nos parece que sean los supermercados”, detalló la fuente. Es que el BCRA tiene alguna sospecha de la política de precios de los hipermercados, desconfía del 2x1 y asegura que los medios por los que informan no son del todo transparentes. Pero las encuestas de seguimiento de los precios de estos comercios dan, en todos los casos, un signo a la baja.

 

Naturalmente, el barco que Sturznegger conduce con la ayuda de Demian Reidel, Lucas Llach y otros mandos medios, es un navío con el norte puesto en combate a la inflación que, por sus ideas, tiene una raíz netamente monetaria. Ergo, en el marco de la lucha que Cambiemos planea contra los precios, el BCRA exigirá con tasas altas hasta comprimir lo que sea necesario. Mientras que desde la política habrá reacciones públicas y algún que otro mensaje directo a los sectores. Desde la entidad aclaran que, ante los embates de los que cuestionan que este endurecimiento puede derivar en menos crecimiento en un año electoral, la perspectiva es que el PBI siga el camino alcista. Y agregan que, a la hora de la votar, para la gente una menor inflación es un beneficio directo.

 

En todos los casos, el mensaje del Central tuvo interlocutores de peso que lo llevarán a buen puerto. En la sala se hicieron presentes Jorge Brito hijo, del Banco Macro; Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA); Jorge Di Fiori, titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC); Gustavo Weiss, de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), y hasta el vocero de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Jaime Campos. Un rato después de concluida la conferencia, el BCRA ya puso en práctica lo anunciado; en la primera licitación de Letras previa a las PASO Legislativas, subió la tasa de interés a 26,5%, 1 punto porcentual por encima de la última. 

 

Las Más Leídas

También te puede interesar