Coimas y encubrimiento

Potocar se defiende: “No puedo comprender por qué se me priva de mi libertad”

El suspendido jefe de la Policía de CABA, acusado de exigir dinero a comerciantes, escribió una carta desde su celda. “Me formé para ser policía, proteger y servir a la sociedad”, señaló.

El desplazado jefe de la Policía de la Ciudad, José Pedro Potocar, detenido desde el martes en el edificio Centinela, escribió una carta dirigida a los vecinos en la que analiza la situación que le toca atravesar a partir de la denuncia del fiscal José María Campagnoli. “Nunca evadí mis responsabilidades”, dice.

 

“No puedo comprender por qué se me priva de mi libertad”, escribió de puño y letra Potocar en una carta que este domingo hizo pública en diario Perfil. El suspendido jefe de la Policía de la Ciudad está aislado y detenido en una celda del Edificio Centinela, de Gendarmería Nacional (GNA). Desde allí asegura estar atravesando una “injusta situación” y destaca que trabajó toda su vida para que “ser policía sea sinónimo de estar al servicio y no de corrupción”.

 

Potocar está acusado de formar parte de una organización policial que cobraba coimas a comerciantes y a trapitos en la zona de Núñez; a los primeros a cambio de una seguridad privilegiada y a los otros para liberarles la zona. Potocar rechaza la acusación y asegura, en cambio: “Me formé para ser policía, proteger y servir a la sociedad”.

 

“Yo siempre cumplí mis obligaciones, no sólo como policía sino también como ciudadano, y no sería ésta la excepción. A lo largo de este proceso siempre estuve a disposición de la Justicia y nunca evadí mis responsabilidades. No puedo comprender entonces por qué, y con la nula prueba, se me priva de mi libertad”, cuestiona su encierro Potocar, que quedó detenido el martes pasado, luego de presentarse voluntariamente en los tribunales para ponerse “a disposición de la Justicia”.

 

Para el fiscal de instrucción porteño José María Campagnoli, el comisario general sería uno de los supuestos líderes de una asociación ilícita que exigía dinero a comerciantes de Núñez y Saavedra.

 

“Trabajé toda mi vida para que, como en otros países, ser policía sea sinónimo de estar al servicio y no de la corrupción”, escribió Potocar en la carta dirigida “a los vecinos”. Y arremetió: “Confío en la Justicia y en Dios para que se revierta rápidamente esta injusta situación que me ha tocado atravesar”.

 

Por su parte, su familia convoca a una marcha en su defensa este miércoles.  “Justicia por Potocar”, señala la campaña iniciada por su familia a través de las redes sociales, en la que aseguran que el comisario es inocente y convocan a una marcha en la puerta de los tribunales. “Mi papá está detenido injustamente”, coinciden los tres hijos del comisario. “El miércoles 3 de mayo a las 18.30, frente al Palacio de Justicia –Talcahuano 550–, convocamos a la sociedad para pedir justicia por José Pedro Potocar. Un hombre está privado de su libertad sin sustento jurídico. Sin banderas más que la de la justicia, los invitamos a acompañarnos pacíficamente para reclamar su libertad. Familia Potocar”, dice la publicación.

 

Texto completo

 

Buenos Aires 29 de abril de 2017

 

Carta de José Pedro Potocar a los vecinos

 

Estimados vecinos:

 

Me formé para ser Policía, proteger y servir a la sociedad. Gracias a Dios, me topé con personas en todos los ámbitos que me escucharon y me dieron la oportunidad de difundir mi formación y conceptos con otros policías para poder así contar con una fuerza digna para los vecinos de esta ciudad.

 

Soy un hombre de familia y agradezco a Dios el hermoso grupo afectivo que me rodea.

 

Mi esposa me acompaña en todas las vicisitudes sin descuidar su profesión y el hogar. Junto a ella formamos a nuestros hijos con los mismo valores que compartimos.

 

Tengo vocación de servicio y amo mi profesión. Basta con preguntar a los vecinos a cuántos de ellos tuve el placer de recibir y escuchar, cara a cara, sus problemas, siempre para intentar dar una solución acorde a la función de servicio público para la que me formé.

 

Yo siempre cumplí mis obligaciones, no sólo como policía sino también como ciudadano, y no sería esta la excepción.

 

A lo largo de este proceso siempre estuve a disposición de la justicia y nunca evadí mis responsabilidades. No puedo comprender entonces por qué y con la nula prueba, se me priva de mi libertad.

 

Trabajé toda mi vida para que como en otros países, ser policía sea sinónimo de estar al servicio y no de corrupción.

 

Agradezco el apoyo de amigos, familiares, vecinos y todos los que sin conocerme personalmente le han hecho llegar a mi familia su apoyo.

 

Confío en la justicia y en Dios para que se revierta rápidamente esta injusta situación que me ha tocado atravesar.

 

Atentamente

 

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