ANABEL FERNÁNDEZ SAGASTI

"Pichetto no tiene voluntad de ser oposición"

La senadora kirchnerista cree que en el PJ "hay sectores que conjugan más con las ideas del PRO que con las nuestras". La llegada de Cristina a la Cámara alta y la articulación con Rodríguez Saá.

El desembarco de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado ya generó un primer cimbronazo. Ante su inminente llegada y sin intenciones de recibirla en ese espacio, el histórico jefe del bloque del peronismo en esa Cámara, Miguel Ángel Pichetto, decidió romper la bancada mayoritaria del PJ- Frente para la Victoria para armar una nueva, junto a otros 20 legisladores que responden a su jefatura. El rionegrino sinceró, así, una división que existe desde hace dos años en los hechos aunque no figuraba en los papeles. La ex presidenta se quedará con la otra parte - aunque menor - de aquel conjunto: será la líder política de un grupo de ocho representantes de oposición clara y contundente al Gobierno de Cambiemos.  

 

El bloque de Cristina -se llamará Frente para la Victoria -PJ, al igual que en Diputados- estará conformado por siete mujeres -entre las que está ella misma- y será presidido por el neuquino Marcelo Fuentes, el único representante del género masculino. La mendocina Anabel Fernández Sagasti es una pieza fundamental de esa bancada. Integrante de La Cámpora y fundadora de esa agrupación en su provincia, es una de las senadoras más jóvenes de la Cámara. De diálogo frecuente con la ex presidenta, es una de las espadas jurídicas del sector cristinista y se ganó el respeto de sus pares en el debate.

 

En diálogo con Letra P en su despacho del Senado, donde ahora compartirá bloque con Cristina, su líder política, dice que la ex presidenta le dará "una voz mucho más fuerte y contundente" al espacio para "frenar el ajuste y la quita de derechos" en los que avanza el gobierno de Mauricio Macri, adelanta que intentarán tender puentes con el interbloque de Adolfo Rodríguez Saá y habla sobre el rol de Pichetto y el papel del peronismo.

 

BIO. Nació el 3 de abril de 1984 en el barrio Covimet de Godoy Cruz, Mendoza. Empezó a militar en el colegio secundario y fue presidenta del Centro de Estudiantes en la Escuela del Magisterio de la Universidad Nacional de Cuyo (UNC). Se recibió de abogada, martillera pública y corredora de comercio en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). El conflicto por la 125 la acercó al kirchnerismo. Junto a su compañero, Lucas Ilardo, impulsó el nacimiento de la agrupación La Cámpora en Mendoza. Fue electa diputada nacional en 2011, con 27 años. En el Congreso se convirtió en una de las referentes del kirchnerismo en temas jurídicos. En 2014 fue designada presidenta de la comisión de Legislación General. Un año más tarde pasó a la de Juicio Político y fue designada representante del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura. En octubre de 2015 fue electa senadora nacional, con 31 años, apenas uno más de la edad mínima que exige la Constitución para ese cargo.

 

 

-¿Qué expectativas tiene sobre la conformación del nuevo bloque, del que formará parte la ex presidenta?

 

-La mayoría de nosotros venimos trabajando en forma conjunta desde hace dos años y ahora se agrega la senadora Cristina Fernández de Kirchner, que por supuesto le agrega a este bloque una voz mucho más fuerte y más contundente para poder frenar acá en la Cámara de Senadores la quita de derechos y el ajuste que se va profundizando. Hay mucho para construir porque en estos últimos dos años, si bien mantuvimos al bloque unido, tuvimos muchas discusiones sobre el funcionamiento y nunca logramos que todo el bloque vote en conjunto.

 

-¿Están considerando avanzar en acuerdos con otros bloques?

 

-Tenemos idea de consensuar, por supuesto, debatir todo. Nuestra vocación va a ser siempre sumar y unir voluntades para ser mayoría. Tenemos el interbloque de Rodríguez Saá, que se conformó esta semana, del que forman parte siete senadores. Iremos trabajando tema por tema. A lo largo del año votamos varias veces juntos, lo mismo con la senadora (Magdalena) Odarda, con (Pino) Solanas. Y también hay otros senadores que quedaron en el interbloque Argentina Federal con los que vamos a hablar. Vamos a tratar de convocar y hacer mayorías en la conjunción de ideas.

 

-Es decir, van a tener una mayor cercanía con el interbloque de Rodríguez Saá, algo que hace dos años era imposible de imaginar.

 

-No sé si imposible. Siempre hemos tenido más coincidencias que disidencias. Pero ellos gobernaban una provincia y nosotros, la Nación. Y, como debe ser, ellos defendían los intereses provinciales y cuando hay que administrar un país es más complejo. Pero hemos coincidido mucho en el tratamiento de leyes y eso hay que seguir construyéndolo.

 

"Hay ciertos sectores del peronismo que conjugan más con las ideas del PRO que con las nuestras. Que se sienten más cómodos ahora. Que durante 12 años, como el poder central estaba en manos de un movimiento más nacional y popular, se acomodaron ahí pero siempre estuvieron más cómodos con las ideas del PRO y ahora pueden decir lo que piensan."

-Usted mencionó que durante dos años el bloque no se partió en lo formal aunque siempre votó dividido. ¿Mantener el bloque unido se hizo imposible por la llegada de Cristina?

 

-Creo que Pichetto hace rato que ya no tiene voluntad de ser oposición. Es un dispositivo del Gobierno nacional para que puedan avanzar las leyes en el Senado incluso en contra de las mayorías, como pasa con la frutilla del postre, que es la reforma previsional. Nosotros siempre creímos en la unidad con contenido. A lo largo de estos dos años, a pesar de estar en contra de muchas de las leyes, dimos quórum en las comisiones y tratamos de no impedir el debate en pos de la unidad del bloque. Pero parece que eso no bastó y Pichetto y tuvo que romper e irse a armar un nuevo interbloque, que es totalmente funcional a la estrategia del Gobierno nacional. Nosotros tenemos la misma identidad que hace 14 años, nos seguimos llamando igual y defendiendo los mismo intereses. Cuando éramos gobierno votamos leyes como la movilidad jubilatoria, que hoy se está cambiando. El bloque de Pichetto está yendo para atrás en las cosas que ellos mismos votaron.

 

-¿Qué papel cree que cumplirá la ex presidenta en el Senado?

 

-Obviamente su voz pone nerviosos a muchos, es un cuadro político como no los hay ahora. Tiene mucha capacidad, ha sido legisladora y dos veces presidenta. Va a ser muy positivo, su presencia enriquece el debate político. Nosotros queremos construir con la verdad y sincerar los discursos, que es muchas veces lo que pedíamos y no sucedía. Transparentar qué objetivo tienen las leyes.

 

-Cambiemos quiere avanzar con la conformación de la comisión de Asuntos Constitucionales para tratar el desafuero de Cristina.

 

-Nos parece bien que se trate el tema en Asuntos Constitucionales, es un pedido de un magistrado. Ahora, lo que hay que entender es que el fallo de (Claudio) Bonadio es una aberración jurídica, un invento que lo único que hace es vislumbrar que lo que quieren es acallar esa voz tan potente que va a tener Cristina en el Senado. No es casualidad que haya dictado el fallo justo antes de que ella tomara posesión de su cargo y que Pichetto haya roto el bloque un día antes.

 

-¿Coincide con Agustín Rossi en que Pichetto sabía lo que iba a pasar?

 

-Sí, creo que sabía y que esto es algo orquestado por parte del PJ y el Gobierno nacional. Bonadio es la punta de lanza.

 

-De ser así, ¿por qué Pichetto sigue diciendo que no está de acuerdo con el desafuero?

 

-Lo que ellos intenta con esto es disciplinar a la oposición, sobre todo la voz de Cristina. Pero eso es no conocerla. No lo van a lograr.

 

 

 

-¿Cree que la postura del Bloque Justicialista tiene que ver con que existe presión sobre los gobernadores por los fondos? ¿El Gobierno presiona a las provincias?

 

-Por supuesto. Y los gobernadores presionan a los legisladores. Está totalmente confirmado, lo he visto en el Senado. Había muchos compañeros que no querían votar la reforma previsional y la votaron por presión de los gobernadores y del Gobierno nacional. Lo que entiendo también es que el Gobierno no va a cumplir con nada de lo que prometió en el consenso fiscal. Hasta el día de hoy, que sacaron leyes como la del pago a los fondos buitres, no cumplieron nada de lo que prometieron.

 

-O sea que a los senadores no les queda otra opción.

 

-No quito responsabilidad a los que votaron la reforma. Pero creo que el Gobierno nacional no tiene creatividad. No se les cae una idea de cómo solucionar el déficit fiscal y el mega endeudamiento que están teniendo. Lo primero que se les ocurre es saquear la caja más importante que tiene la Nación, que es la previsional. Néstor Kirchner hizo todo lo contrario. Con creatividad, con esfuerzo y trabajo sacó la Argentina y nunca tocó los fondos previsionales. Todo lo contrario, comenzó un aumento después de 15 años de congelamiento.

 

-Justamente lo que dice el Gobierno es que el déficit se arrastra desde tiempos del kirchnerismo y que las cajas previsionales están colapsadas porque el kirchnerismo dio una moratoria a gente que nunca había aportado.

 

-Sí, eso también lo dijo Pichetto en el cierre. Nosotros en 2015 dejamos casi 98% de cobertura previsional, la más alta de la historia, el haber mínimo más alto y superávit en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). En 2016 ya empezó a dar pérdidas y hoy dicen que está a punto de colapsar. Evidentemente hay un problema de administración o quieren llevarnos a eso, primero con la falsa reparación histórica y ahora con esta ley. Van a ir generando diferentes situaciones hasta que explote y no quede otra alternativa que ir al sistema de capitalización privada.

 

 

 

-¿Qué lectura hace de la fallida sesión del jueves?

 

-Es algo que pensábamos que no íbamos a volver a vivir en Argentina. Una fuerte represión no solamente a los manifestantes sino también a los diputados que tuvieron que salir a frenar eso. Creo que si no salían los diputados iba a ser mucho peor. Cuando el Congreso tiene que sesionar vallado y militarizado es porque adentro se están cercenando derechos. Es lo que estaban dispuestos a hacer un cierto número de diputados. Esperemos que el lunes se vuelva a lograr la unidad de la oposición para que no salga la ley, porque ya sabemos cómo termina esto, más pobreza para los jubilados y para todo el pueblo.

 

-Usted es miembro de La Cámpora, una organización que tiene la particularidad de haber nacido y crecido desde el poder. ¿Cómo es la experiencia de estar afuera?

 

-La Cámpora se nutre de varias organizaciones que venían de la resistencia de los noventa. El Cuervo (Andrés Larroque) y varios compañeros vienen de esa militancia. No es que nunca fuimos oposición. Por supuesto, ahora hay muchos chicos de universidades, de secundarios. Yo les cuento nuestra experiencia cuando íbamos al secundario, nos recortaban fondos de educación, querían arancelar las universidades. Yo era presidenta del Centro de Estudiantes de mi colegio y egresé en 2001, así que imaginate el contexto. Por supuesto, organizarse para resistir es un proceso de aprendizaje para todos. Uno trata de alentarlos pero creo que la rebeldía, oponerse a la injusticia, es algo innato al espíritu de la juventud.

 

-¿Y fuera del poder, sin recursos, la agrupación no se redujo?

 

-No, para nada. Participamos en todas las provincias en elecciones. En Mendoza tenemos más diputados, más senadores, más concejales.

 

 

 

-En Mendoza ustedes lograron un acuerdo provincial con todas las fuerzas que forman parte del peronismo.

 

-Sí, fuimos con tres listas a unas PASO dentro del frente Somos Mendoza. Teníamos la voluntad de discutir en un proceso que fue muy difícil dentro del peronismo de Mendoza, porque perdimos la provincia en 2015 y comprendimos que teníamos que debatir qué peronismo queríamos de cara a la sociedad. Y así lo hicimos. Nos tocó salir segundos. Dimos un debate con mucho respeto por los compañeros del resto de las listas, con quienes sabíamos que después íbamos a confluir en la misma lista. Y creo que es totalmente sano que suceda. Después en las generales no pudimos retener los puntos, bajamos 10. Creo que eso hay que trabajarlo, que cuando hay posturas muy diferentes después la ciudadanía no cree en esa unidad.

 

Si queremos ser una fotocopia del macrismo, ¿para qué la gente se va a quedar con la fotocopia si tiene la original? Tenemos que construir nuestro rol de oposición, que es el lugar donde nos puso la ciudadanía.

-¿Cree que esa unidad que fue posible en Mendoza se puede lograr a nivel nacional?

 

-Creo que el peronismo solamente va a tener oportunidad de volver a ser una alternativa potente para la ciudadanía si cumplimos nuestro rol de oposición. Si queremos ser una fotocopia del macrismo, ¿para qué la gente se va a quedar con la fotocopia si tiene la original? Tenemos que construir nuestro rol de oposición, que es el lugar donde nos puso la ciudadanía. Hay que construir una alternativa que tenga que ver con nuestras ideas y nuestra historia. Las unidades tienen que ser a través del contenido y de las ideas. El pegoteo no funciona porque la sociedad lo percibe.

 

-En la previa de la elección 2015 muchos analistas decían que el macrismo no iba a tener problemas con la economía pero sí con la política porque no iba a poder gobernar con el peronismo enfrente. Ahora la realidad indica que es al revés. ¿Cree que se subestimó la capacidad política del macrismo?

 

-No. Sabíamos quiénes eran y no nos sorprende las decisiones que están tomando. Lo que tenemos en el Congreso es la falta de voluntad de un sector del peronismo de ser oposición. Pero no sé es mérito de ellos o falencia de nosotros. Creo que hay ciertos sectores del peronismo que conjugan más con las ideas del PRO que con las nuestras. Que se sienten más cómodos ahora. Que durante 12 años, como el poder central estaba en manos de un movimiento más nacional y popular, se acomodaron ahí pero siempre estuvieron más cómodos con las ideas del PRO y ahora pueden decir lo que piensan.

 

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