Entrevista. intendente gennuso

"No me consta que el grupo que tomó el terreno en Villa Mascardi sea RAM"

Pese a la sintonía política, el alcalde de Bariloche relativiza la posición del gobernador rionegrino Weretilneck y la del Gobierno nacional. Y lamenta que en su ciudad haya "un racismo histórico".

BARILOCHE (Enviado especial) Gustavo Gennuso se sienta en la mesa que utiliza todos los días para las reuniones más importantes de la gestión que lleva adelante, como intendente de Bariloche. Del otro lado de la ventana tiene la imagen siempre perfecta del lago Nahuel Huapi. Pero la paz de ese paisaje hoy le es indiferente: el asesinato de Rafael Nahuel en un operativo de Prefectura sepultó la tranquilidad en una ciudad dividida por el apoyo y el rechazo a las comunidades originarias. "Este racismo interno nunca se pudo zanjar y explicarlo realmente no puedo porque no puedo pensar en esos términos", afirma.

 

Después de recorrer el centro comercial con funcionarios nacionales, el jefe comunal recibió a Letra P en el amplio despacho del Centro Cívico. La política de Seguridad nacional, el odio de clase y la descripción de la brecha cultural entre los barilochenses preocupa al aliado del gobernador Alberto Weretilneck. Distante de los planteos del gobernador, explica por qué no asegura que el grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) esté detrás de la toma en Villa Mascardi: "No me consta que el grupo que tomó el terreno en Villa Mascardi sea RAM, o no. Y, mientras no me conste en términos objetivos, no lo voy a decir. No me parece que en el rol institucional en el que estoy pueda dar presunciones; tengo que dar hechos objetivos y no los tengo".

 

Ya sin saco, luego de las fotos de rigor con los enviados del ministro de Producción, Francisco Cabrera, Gennuso desgrana el lado oscuro de Bariloche: una de las ciudades, quizás la ciudad, más desigual del país.

 

BIONació en Azul, provincia de Buenos Aires, el 24 de agosto de 1959. Ingeniero nuclear de profesión, egresado del Instituto Balseiro, trabajó más de 15 años en el Centro Atómico. Presidió la Fundación Gente Nueva, lugar en el que fundó diez escuelas en Bariloche. También se desempeñó en el área de regularización de tierras en la ciudad. Luego de intentar ir por la comuna en un par de oportunidades, ganó la Intendencia en septiembre de 2015 respaldado por el partido vecinalista Pueblo. Hoy integra la estructura del gobernador Alberto Weretilneck, Juntos Somos Río Negro (JSRN).

 

 

-¿Cómo se digiere la brecha que hay en Bariloche entre quienes respaldan a los pueblos originarios y los que no comparten sus métodos de protesta?

 

-Seguramente existe una brecha social, son viejas cuestiones que pasan en nuestra ciudad. Nos cuesta tender puentes de reconocimiento. Creo que pasa en el país, pero acá es más crudo o descarnado. No somos distintos al resto del país y lo que se ve es una de las cuestiones que la Argentina, si quiere crecer, tiene que cambiar. Si no resuelve el tema, no vamos a salir adelante. Lo que pasó pone las heridas al rojo vivo.

 

-Usted habló, en diferentes apariciones, de una pobreza estructural y relacionó esa historia a los hechos recientes que conmueven a la región. ¿Cómo lo justifica?

 

-La historia de San Carlos de Bariloche no es distinta a la de otras ciudades. Nosotros tenemos el agravante de las migraciones internas, nacionales o a veces extranjeras. Pero sobre todo las migraciones de las ciudades turísticas, que tienen una luz propia en la búsqueda de trabajo por ser una de las más grandes de la región. Hace muchas décadas, el país construyó un proceso de estructuración de la pobreza, de marginalidad, consolidándose en los últimos 35, 40 años. Sin querer hacer un foco particular, muchas veces la gente más joven resolvió su marginalidad con una lucha antisistémica de varias formas: primero, con las pandillas de Los Gorritas de los años 90; luego, algún grupo de ellos ideologizó esa pelea con un sistema pseudo anarquista con el enemigo, representado casi siempre por la Policía, las Fuerzas de Seguridad, La Gorra.

 

"El Estado nacional, tanto en esta como en las anteriores gestiones, ha estado lerdo en la entrega de títulos para las familias que, en varios de sus planteos, se han manifestado de manera pacífica."

Eso llevó a los saqueos del 2012, porque el grupo pseudo anarquista fue creciendo y arrastrando gente que, muchas veces, empezaba peleándose entre sí pero después tenía como enemigo común a la Policía. También, es posible, que la lucha de este grupo mapuche que está fuera de la ley arrastre a los mismos jóvenes a una pelea que termina siendo contra los mismos enemigos: la Policía, el sistema (…) Eso está basado en la marginalidad porque, en muchos casos, son jóvenes que no tienen nada que hacer, sin trabajo o con temas de adicciones.

 

-¿Quién es ese grupo que usted describe? ¿El grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)?

 

-No me consta que el grupo que tomó el terreno en Villa Mascardi sea RAM, o no. Y mientras no me conste en términos objetivos no lo voy a decir. No me parece que en el rol institucional en el que estoy pueda dar presunciones, tengo que dar hechos objetivos y no los tengo. El RAM, en Bariloche, reivindicó algunos atentados en las afueras de la ciudad y su existencia está asociada a eso. En este caso, puede ser o no puede ser. Lo que sí sabemos es que hay un grupo que en un marco no legal tomó un territorio que no es de ellos. Es eso, sólo un grupo. No podemos decir “son los mapuches”, porque los mapuches forman parte de la comunidad. Son médicos, carniceros, profesionales. Forman parte de la ciudad.

 

Dentro de los descendientes de la comunidad originaria se pueden encontrar grupos que reivindican su propia cultura mucho más que otros, que están más dispersos. Pero aún esos que defienden sus tradiciones, la mayoría actúa en el marco de la ley sin renunciar a planteos históricos. En ese plano, el Estado nacional, tanto en esta como en las anteriores gestiones, ha estado lerdo en la entrega de títulos para las familias que, en varios de sus planteos, se han manifestado de manera pacífica.

 

-Usted conoce la región y seguramente escuchó más de una vez palabras racistas para los pueblos originarios. ¿Puede describir ese tipo de reacciones?

 

-Es verdad pero no, realmente no lo puedo describir. No lo puedo hacer simplemente porque no lo puedo entender. Forma parte de lo peor del ser humano, no me parece que esa sea una manera de referirse a otra persona. No me animaría a describirlo porque no entra en mis patrones de pensamiento.

 

-¿Y por qué cree que, en ciudades como esta, se fue formando ese patrón de pensamiento?

 

-Ese pensamiento es muy argentino. Yo nací en el centro de la provincia de Buenos Aires, en Azul. Ahí también tenían ese pensamiento. Quizás no nombraban a los mapuches, pero se vivía así. Ese pensamiento no es propio de Bariloche si no de la constitución de Argentina. Ese racismo interno nunca se pudo zanjar y explicarlo, realmente, no puedo porque no puedo pensar en esos términos.

 

 

No me consta que el grupo que tomó el terreno en Villa Mascardi sea RAM. Tengo que dar hechos objetivos y no los tengo. El RAM, en Bariloche, reivindicó algunos atentados en las afueras de la ciudad y su existencia está asociada a eso. En este caso, puede ser o no puede ser. Lo que sí sabemos es que hay un grupo que en un marco no legal tomó un territorio que no es de ellos. Es eso, sólo un grupo. No podemos decir “son los mapuches”, porque los mapuches forman parte de la comunidad. 

 

 

-¿Siente que en Bariloche, y en la Patagonia, hay un sentimiento racista importante?

 

-Lo siento y me cuesta entender el porqué. No le voy a esquivar el bulto al tema. Tampoco entiendo por qué no podemos vivir mejor.

 

-¿Piensa que la manifestación que apoyaba los operativos de Seguridad, convocada por redes sociales, tiene que ver con ese odio racial que hay en la ciudad?

 

-Y… debe tener alguna relación. Creo que nada es lineal en la vida. Yo vengo de la Física; el caballo esférico existe sólo para los libros. En el mundo real, sucede lo mismo. Hay una mezcla, pero obviamente que debe incidir. Es terrible la aversión de casi una disputa étnica terrible.

 

-¿Hay autocrítica del poder político sobre esto?

 

-Pienso que sí, pero hay mucho por hacer. Se avanzó con leyes en tema de la tierra, pero no se concretaron las entregas de territorios. Es un tema pendiente.

 

-¿Qué hace el Municipio para la integración?

 

-Nosotros tenemos algunas cosas, quizás deberíamos hacer más. Pero es difícil y escabroso. Tanto en los pueblos originarios, como en otros grupos, se mezcla la política y son utilizados por diferentes ideologías. Una de las cuestiones que validamos, yendo muy seguros en cada paso, sin avanzar muy rápido, es el Bariloche intercultural.

 

 

 

POLÍTICA. El gobernador Alberto Weretilneck, notablemente alineado a la Casa Rosada, salió de inmediato a relacionar los hechos el último fin de semana con el RAM. Ese, cuenta el Intendente, no es el pensamiento que mantiene sobre el conflicto.

 

-¿Qué pudo hablar con el gobernador sobre este tema? Tuvo declaraciones tajantes sobre los hechos.

 

-Sí, hablé mucho con él. Yo respeto sus declaraciones, pero no me animo a decir que el grupo que ocupó Mascardi sea del RAM. Puedo presumir, pero debería tener certezas para decirlo.

 

-¿Intercambiaron opiniones? ¿Existió algún contrapunto?

 

-La verdad que le tengo que agradecer al Gobernador porque estaba muy preocupado. Una de las grandes preocupaciones son el accionar de las fuerzas. Está muy atento, hablamos permanentemente. La verdad, debo agradecerle que me cuide, porque soy medio calentón (se ríe). Yo debo dedicarme a tender puentes.

 

-¿Qué opina, hasta aquí, de la actuación del Gobierno nacional y de las declaraciones de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich?

 

-Hay una orden judicial de desalojo, que el juez hace. En el desalojo, la acumulación de fuerza fue para preservar y que no pase nada. Uno puede pensar que estuvo inteligente. Después, la orden que da el juez es que preserven el lugar (…) ahí no sé si se desplegaron las fuerzas necesarias para preservarlo pacíficamente. Quizás parte de todo lo que pasó es por buscar la recuperación del lugar. Y quizás tenga que ver con la poca cantidad de fuerzas que había.

 

-¿Piensa que la política de Seguridad influyó en los hechos del último tiempo sucedidos en la región andina?

 

-Pienso que el Estado se encuentra en una disyuntiva. Frente a órdenes de un juez, que pide cumplir la ley. El Estado tiene la manija de la represión. Por eso quiero que se investigue bien porque estoy muy dolido con la muerte de este chico. Quiero que se investigue bien lo que pasó, porque, la verdad, hasta se puede asumir que las fuerzas de seguridad a veces no están preparadas.

 

-Hay imágenes de Pablo Nocetti, funcionario de la cartera que conduce Patricia Bullrich, en tiempos previos a la desaparición de Santiago Maldonado en la región. Hasta se dijo que estuvo en Bariloche reunido para dejar un mensaje a las fuerzas ¿Se comunicó con usted?

 

-No, no. Creo que pasó de vacaciones, en tiempos de la Fiesta de la Nieve.  

 

-¿Qué piensa de los dichos del obispo de Bariloche, Juan José Chaparro, sobre la creación de un enemigo interno por parte del Gobierno nacional, en el marco del conflicto con el pueblo mapuche?

 

-Sé que el enemigo interno no es el pueblo mapuche. No utilizaría el término de enemigos. Eso crea un monstruo y no ayuda a cerrar el problema.

 

El gobernador peronista de La Pampa, Sergio Ziliotto, junto al intendente radical de la sureña General Acha, Abel Sabarots, en el mismo momento en que la oposición retaceaba quórum, el jueves.

Las Más Leídas

También te puede interesar