Política

Barroca teoría de la pobreza y la inflación de Lopetegui ante un auditorio de contadores

Dijo que la diferencia entre países en desarrollo y desarrollados es la dignidad y bienestar de sus pobres. Se preguntó “por qué acá somos tan tolerantes con la inflación”. Palo a los supermercados.

Mientras el público repartido en 18 mesas saboreaba la pechuga de pollo rellena, uno de los dos coordinadores de la Jefatura de Gabinete de la Nación, Gustavo Lopetegui, subió al estrado para dar una breve charla ante contadores, prensa y economistas reunidos en los almuerzos del Consejo Profesional de Ciencias Económicas. Con pocas apariciones públicas, el ex LAN se mostró abierto al diálogo y a las preguntas, y trazó un diagnóstico sobre modos y metas del Gobierno de Cambiemos. Así, apeló a un estilo plagado de metáforas y anécdotas para teorizar -entre otros puntos tratados- sobre la pobreza, la inflación y la marcha de la economía; casi en un contraste manifiesto con el Plan oficial Pobreza Cero. Se expresó Lopetegui con consideraciones polémicas y poco políticas, una paradoja en uno de los personajes del gabinete de Mauricio Macri que mayores elogios recibe del poder económico por sus buenas artes en articulación.

 

Lo escuchaba, atento, uno de los pocos empresarios de peso presentes, el titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesário. “Para saber hacia dónde queremos ir, tenemos que utilizar una forma fácil para explicarlo y eso es lo que pasa afuera de la Argentina. Estamos mirando demasiado a nosotros mismos, no somos la punta de lanza de la civilización; por lo cual es más fácil ver lo que han hecho los países en donde la gente vive mejor, o materialmente mejor. Y sobre todo donde viven mejor los pobres, que es donde más se nota cómo está manejada una sociedad”, arrancó el funcionario. Y siguió con una pintura barroca de la realidad social mundial y con comparaciones bastante ambiciosas sin mencionar la erradicación de la pobreza siendo Pobreza Cero una de las metas del macrismo: “Es muy instructivo cuando uno viaja a cualquier país desarrollado ir a visitar o ver, además de los lugares típicos, cómo viven los pobres de esos países, porque es ahí donde se ve la importancia que la sociedad le da a la igualdad y la preocupación por el bienestar de la población. Porque la gente como nosotros vive bastante parecido en Argentina y en Europa a nivel material, pero si uno va a los barrios pobres de esos países ves todo diferente, ves un transporte diferente, calles y casas diferentes, ves una heladera con cosas diferentes de lo que ves en los barrios pobres de nuestro país”. Ante semejante exposición, los presentes anotaban preguntas para que la organización le alcanzara a Lopetegui. Mientras tanto, siguió la línea de su teoría inicial y dijo que “la diferencia entre un país desarrollado o no es cuando los pobres de esos países tienen un bienestar y una dignidad bastante distinta que lamentablemente tiene el nuestro. Y estos países son pocos, con lo cual hay que tener en cuenta que es difícil llegar a ese lugar”.

 

Para quien comparte con el ex Pegasus Mario Quintana la segunda línea detrás de Marcos Peña, todos los países que lograron desarrollarse “tienen democracia, usan el imperio de la ley para dirimir sus cuestiones en lugar de darse con un palo en la cabeza. Y en todos ellos el Estado otorga salud, seguridad y una macroeconomía estable. El resto lo hacen los privados compitiendo, para ser más competentes. Además de que todos son mucho más abiertos al mundo que la Argentina”. Concluyó agregando que “lo que queremos hacer es esto, y hacerlo demostrando que se puede recorrer ese camino sin que signifique crisis y desempleo”. Por último, apeló al discurso de la meritocracia al afirmar que “competir es algo bueno, vale la pena esforzarse, el que hace bien las cosas tiene que tener algún premio por hacerlas. Y entendemos que eso va a generar un círculo virtuoso que va a permitir que los pobres de nuestro país estén mejor”.

 

“NADIE TIENE IDEA DE CUÁNTO VALEN LAS COSAS”. Inflación fue el segundo eje importante del discurso de Lopetegui, que recibió aplausos de un público entre los que había, según sus propias palabras, muchos abogados que lo ayudaron cuando el aún dirigía LAN. Y lograron que la empresa se mantuviera en Argentina en el momento más álgido de la disputa por los hangares con el kirchnerismo. Sobre los precios, empezó diagnosticando que en el mundo ya no hay –salvo casos excepcionales- niveles de inflación altos: “pero nosotros vivimos al sol del 30% de inflación donde nadie tiene idea de cuánto valen las cosas. Ni yo ni ustedes saben cuánto valen los precios de nada”, aseguró en tono de campaña. Asimismo, contó una intimidad.

 

“La semana pasada se rompieron el calefón, la caldera y la heladera en mi casa, mi mujer llamó al service y uno le quería cobrar $200 por la visita, otro 450 y otro $750. Y a los tres les dijo que sí. El costo es el mismo, el de la visita, cómo puede ser posible”, se preguntó y se metió de lleno en un terreno espinoso: el de las responsabilidades privadas en las alzas de precios.  “Cuando era supermercadista –contó- los mismos empresarios que ahora se conjuran para tener inflación, en aquel momento lo hicieron para tener deflación. En el año 98 y 99 había una conjura que produjo deflación, y hoy es el revés”, disparó en un tiro directo a los grandes súper.

 

Y siguió fuerte: “antes una ama de casa se sabía de memoria 100 precios, hoy esa mujer tiene que saber qué lunes y martes tiene 40% de descuentos en algunos productos”. Sobre el fenómeno inflacionario explicó que “esta inflación que toleramos tan alegremente es un veneno que impide la competitividad. Yo me pregunto por qué los argentinos somos tan tolerantes con la inflación. Fuimos tolerantes hasta los años 90 y después la bajamos a la Argentina con la droga que nos levantó y después nos metió en la crisis, la convertibilidad”. Por último, tensó la cuerda con la heterodoxia económica al señalar que “algunos dicen que la inflación baja es la estabilidad de los cementerios, y como no queremos la estabilidad de los cementerios nos bancamos el 30% de inflación anual, es una de las explicaciones”.

 

@leandrorenou

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

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