Patagonia

Santa Cruz es un polvorín: números en rojo y creciente convulsión social

A Alicia Kirchner se le cortó la canilla de recursos que tuvo la provincia en la era K. La parálisis de la obra pública y la crisis del sector petrolero sacuden las finanzas de una caja deficitaria.

El cambio de signo político en el Gobierno nacional transformó a Santa Cruz en una bomba con varias mechas, todas encendidas. La paralización de la obra pública y el cierre de la canilla de recursos extra que mes a mes llegaban desde la Nación dejaron en jaque a una provincia con un déficit estructural que miden por encima de los 5 mil millones de pesos al año y en la que cerca del 25% de los trabajadores cobran del Estado. Lo que derivó en una serie de incumplimientos en los pagos que puso en pie de guerra a varios sindicatos y que desembocó, incluso, en un acuartelamiento policial.

 

La gobernadora, Alicia Kirchner, consiguió que la Legislatura provincial le apruebe un endeudamiento por 10 mil millones de pesos. Esa sesión fue una radiografía de la realidad santacruceña: se dio en una sesión caliente, con manifestantes fuera del edificio, humo que se filtraba por las ventanas hacia adentro del recinto y que acabó con una fuerte represión policial. Tras algunos intentos de la oposición de judicializar esa sesión, finalmente fue ratificada por la Justicia.

 

En el gobierno de la hermana del ex presidente Néstor Kirchner niegan que el destino de esos fondos sea tapar agujeros financieros. Aunque otras voces sostienen que no se llegó a pagar los aguinaldos de los cerca de 85 mil empleados públicos –sobre un total de habitantes que ronda los 350 mil- porque se demoró el ingreso de fondos con la judicialización del endeudamiento. El ministro de Producción, Leonardo Álvarez, aseguró a Letra P que con parte de esos fondos intentarán financiar sectores de la economía que hoy no pueden acceder a crédito. “Me resulta muy difícil promover la actividad económica cuando las tasas están por encima de los 30 puntos. Tenemos pensados acercar herramientas financieras propias”, aclaró.

 

En Santa Cruz estiman en más de 400 millones de mensuales los fondos que la provincia dejó de recibir por parte de la Nación desde la asunción de Mauricio Macri. Eran fondos que la Nación bajaba a las arcas santacruceñas durante la gestión kirchnerista, divididos entre adelantos de Coparticipación y Aportes del Tesoro de la Nación (ATN). Eso alcanzaba para tapar los baches financieros de una provincia que no logra revertir la lógica entre ingresos y gastos. Los más pesimistas esperan un déficit cercano a los 5.700 millones este año, heredado de la gestión del ex gobernador Daniel Peralta. Algo que se agrava porque, en paralelo, la caja provincial sigue haciendo erogaciones para devolver los adelantos ya tomados de fondos coparticipables.

 

Hasta ahora, desde la administración central vienen bajando miles de millones de pesos a gobiernos propios y amigos, como los de la provincia de Buenos Aires, de Jujuy, de Mendoza o el de Córdoba. Y pagaron el apoyo otros gobernadores en cuestiones clave, como a los de Chaco, Entre Ríos o Neuquén. En ese reparto, Santa Cruz apenas si rapiñó un par de millones. Recién en mayo recibió 50 millones de pesos, muy lejos de los 1.800 que obtuvo el gobernador mendocino de Cambiemos, Alfredo Cornejo, o los 1.260 para la misma época que le alcanzaron al radical jujeño Gerardo Morales.

 

Policías acuartelados, docentes en medidas de fuerza y movilización permanente, el retorno de los Kirchner al poder santacruceño arrancó convulsionado. Eso se extendió a los gremios del sector privado más numerosos: el de la construcción (UOCRA) y el de los petroleros. Lo que en el Gobierno provincial le achacan a Buenos Aires. Por un lado, por la paralización de la obra pública –que no sólo denuncian en Santa Cruz sino otros tantos distritos- y, por el otro, por el levantamiento de equipos de perforación petrolera que se incentiva desde YPF. “Estamos viendo una desinversión y una reversión acelerada del proceso. Se han bajado equipos de torres”, advierte Álvarez.

 

Todo este caldo llevó a que en una provincia que gasta el 95% de su presupuesto en salarios no se haya cumplido ni con el aguinaldo ni con los acuerdos paritarios firmados. Sí, aseguran, se siguieron pagando los sueldos sin la actualización.

 

Santa Cruz lleva ya largos meses con niveles muy altos de conflictividad social. El congelamiento de las obras para las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic también abona ese escenario: sin obra pública financiada por Nación, se levantan la UOCRA; sin incentivos a la producción petrolera, se levantan sus trabajadores; sin fondos para cubrir el déficit de caja, reaccionan los estatales. Esa es la foto que hoy tiene sentada a Alicia Kirchner sobre un hervidero. Fueron hasta aquí infructuosos los intentos del Ejecutivo provincial de alcanzar acuerdos por sector.

 

Gabriel Frizza, Martín Llaryora y Gustavo Brandán.
El exgobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri será defendido por Fernando Burlando en las causas por corrupción.

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