Energía

La denuncia contra una petrolera pone en problemas a Weretilneck y a un ex funcionario

Se la relaciona con el kirchnerismo. Fuerte crecimiento en Río Negro y Neuquén en tiempos en que el gobernador llegó al poder.

Declaraciones de Martín Lanatta, uno de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez, que relacionaron a la petrolera OPS con la familia Kirchner dejaron en una situación complicada al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y a un ex funcionario de su gabinete, Guillermo Gesualdo, por el vínculo de este último con la empresa.

 

OPS es una compañía que se especializa en servicios y obras Oil & Gas. La firma, como lo indica la web oficial, lleva adelante actividades con una dotación de más de "1300 personas calificadas” y “una flota superior a las 500 unidades propias”. Su desempeño la posiciona como “eficiente, sólida y confiable para sus clientes”. Esa descripción no sorprende, pero los vínculos con el poder político del sur argentino demuestran el nivel de incidencia en la industria. En los últimos -y convulsionados- días, trascendió la supuesta relación con el kirchnerismo tras las declaraciones de uno de los protagonistas de la fuga veraniega que dejó en ridículo a los gobiernos nacional y bonaerense.

 

Con sede en Cipolletti (Río Negro), Rincón de Los Sauces, Añelo y en la capital de Neuquén, OPS mantiene una enorme influencia en la explotación del yacimiento Vaca Muerta. Sus bases operativas, obras y servicios se encuentran ubicadas en esa región. También posee una sede en la Ciudad de Buenos Aires, en la calle Carlos Pellegrini. Entre sus clientes figuran YPF, Shell, Chevron, Petrobras, Total y hasta Vialidad Nacional y el Ministerio de Turismo de la Nación.

 

Con 15 años de producción, OPS también se metió en el negocio de la basura. Sin inconvenientes obtuvo la licitación para sanear el vertedero municipal de San Carlos de Bariloche en 2014 y en ese tiempo ya se hablaba de la fuerte relación con las entonces autoridades nacionales. Los medios regionales describían el avance que logró en la provincia.

 

IMPACTO. A unos meses de su recaptura, Martín Lanatta, en diálogo con radio La Red, habló de una empresa que no era investigada “por corrupción” pero que era más importante que Austral Construcciones: la nave insignia de Lázaro Báez, el empresario patagónico detenido por presunto lavado de dinero. Según replicó el portal BigBang, se trata de OPS. Allí se hizo mención a un hombre cercano a la familia que concentró el poder más de una década: el ex senador nacional por Santa Cruz Nicolás Fernández. En una entrevista con el diario Perfil en 2013, Fernández aclaró que él no fue “ni sería testaferro de nadie”. “No sólo de Néstor Kirchner. De nadie. Ni testaferro ni cómplice ni nada”, advertía por entonces quien fuera compañero de banca de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado.

 

Lo cierto es que el medio explica cómo Gustavo Adolfo Cifuentes y Mirtha Diana Sali forjaron la empresa (con un exiguo capital) que desde abril de 2015 preside Mario Víctor Cifuentes. De esa estructura fue parte, entre 2007 y 2010, Guillermo Manuel Gesualdo, figura clave en el ámbito petrolero de Río Negro en los últimos años. Letra P detalló cómo fue involucrado en un posible negocio inmobiliario cuando cumplió funciones en el Estado que administra Weretilneck.

 

DENUNCIAS. Según indica el artículo de este portal, las renegociaciones para la explotación de hidrocarburos en la provincia de Río Negro se iniciaron en 2014 y representaron algo más que una puja de intereses: significaron, políticamente, la ruptura total del Frente para la Victoria (FpV) y el enfrentamiento abierto entre el sector del senador Miguel Ángel Pichetto y el gobernador Weretilneck que terminó de consagrarse en las elecciones del año pasado.

 

En abril de 2014, Petrobras (uno de los clientes de OPS) había firmado con el Ejecutivo la renovación por diez años para la explotación de los pozos Jagüel de los Machos, Medanito y 25 de Mayo, contrato que necesitaba el aval de la Legislatura y que le aseguraba al Poder Ejecutivo, tan sólo en un bono fijo, 48 millones de dólares. En ese tiempo, la Legislatura de Río Negro estaba a cargo del pichettista Ariel Rivero, en acuerdo transitorio con el gobernador. Pero dos hechos marcaron la ruptura definitiva en el FpV: la decisión del Gobierno nacional de que no se negociara con Petrobras y las sospechas de un acercamiento por parte de Weretilneck hacia el pre candidato presidencial Sergio Massa.

 

El clima político se enrareció al extremo y las acusaciones cruzadas fueron el pan de cada día y hasta se denunció penalmente a Gesualdo, entonces secretario de Energía, el mismo que había formado parte de OPS. Famoso por mantener estrecha relación con las autoridades, trascendió que esa empresa había costeado el viaje de Gesualdo al Mundial de Brasil. Tras su polémico paso por la cartera de Energía, desembocó en el ministerio de Obras Públicas hasta el final de su gestión en esa área. Hoy, mantiene  buen trato con el oficialismo rionegrino.

 

A Allen (distrito petrolero y del armado “albertista”) llegó en noviembre de 2015 para asesorar a la intendenta Sabina Costa. Según pudo averiguar este portal, el avance de la industria petrolera en el municipio genera varios inconvenientes y Gesualdo cumplió un rol clave como intermediador en la localidad. 

 

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