Una reforma imprescindible para oxigenar nuestra democracia

La decisión del Presidente Mauricio Macri de avanzar en un proyecto de Reforma Política constituye, en distintas direcciones, un dato sustancial para mejorar la calidad de nuestra vida democrática. En primer término, porque contribuye notablemente a la transparencia y la celeridad de los procesos electorales a través de la implementación de la Boleta Única Electrónica, un sistema que ya cuenta con experiencias sumamente exitosas en nuestro país, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o como la que nos narraba el gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, en oportunidad de la IX Cumbre Mundial de Comunicación Política llevada adelante la semana anterior.

 

Esta iniciativa del Presidente, además, coloca a nuestro país en sintonía con el 80 por ciento de las naciones a nivel global, que desde hace mucho tiempo ya votan a través de soportes electrónicos. Como señaló Macri, la Argentina del progreso es la que se aleja de la trampa. Es necesario eliminar por completo algunas prácticas penosamente arraigadas en nuestros procesos electorales como el robo sistemático de boletas. Y eso sólo se logra avanzando hacia otro sistema.

 

Pero no sólo se trata de esa innovación, porque esta Reforma también contempla la eliminación de las listas colectoras y de las candidaturas múltiples; además, promueve la  reglamentación de un Debate Presidencial Obligatorio, de una serie de mecanismos que faciliten la transición entre un gobierno saliente y uno entrante, y controla el financiamiento de las campañas electorales en tiempo y forma.

 

Apenas días atrás, en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, avalábamos el fin de las reelecciones indefinidas, interpretando en el ámbito legislativo una profunda vocación política de nuestra gobernadora María Eugenia Vidal. Desde ahora Intendentes, Legisladores, Concejales y Consejeros Escolares sólo podrán ser reelegidos por un período, en consonancia con lo que ocurre con el cargo de Presidente y de Gobernador.

 

De esta forma, se está brindando un aporte fundamental para mejorar la calidad de la representación política y de las instituciones republicanas. El sector público nunca dejó de encarnar ese sitio al cual cada uno de nosotros llega para aportar lo mejor de sí mismo en una etapa determinada. Pero esa etapa no es eterna, estoy seguro de ello y de que adoptar cualquier ámbito político con ideas de perpetuidad va en contra del espíritu de alternancia que debemos defender y promover desde los sectores de la democracia.

 

Sin dudas que hay muchos otros debates por dar en cuanto a Reforma. Y entre todos debemos impulsarlos, desde el propio ámbito de desempeño. Pero sin perder de vista las oportunidades que nos brinda esta herramienta, que definitivamente llega para mejorar la vida de las personas. Porque en definitiva, cuando en campaña hablábamos de la necesidad de un cambio, también nos referíamos a poder instrumentar a nivel electoral una estructura clara y equitativa que no tenga en cuenta el beneficio de unos pocos sectores, sino que cuente con la anuencia de todos los argentinos.

 

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