Señal de alarma

La Casa Rosada no esperaba una derrota de dos dígitos en Río Cuarto

Esperaba un resultado adverso en las elecciones municipales de la ciudad cordobesa, pero no tan cómodo. Las apuestas del PRO y el gesto de Schiaretti con Macri para minimizar el impacto de la derrota.

El presidente Mauricio Macri esperaba que Cambiemos perdiera en Rio Cuarto por una diferencia de ocho puntos, pero el veredicto de este domingo superó los cálculos y terminó en una victoria aplastante del candidato delasotista, Juan Manuel Llamosas, sobre el radical Eduardo Yuni, que buscó, sin éxito, extender la gestión de la UCR al frente de la Ciudad de 12 a 16 años. El candidato de Unión por Córdoba superó en 13 puntos a su adversario del oficialismo: se quedó con el 46% de los votos y Yuni, con 33, una brecha de dos dígitos que superó todos los cálculos de los funcionarios del Gobierno nacional encargados de seguir las elecciones riocuartenses.

 

Hasta el viernes, las encuestas que manejaban en el equipo del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, " daban a Yuni ocho puntos abajo de Llamosas", confiaron fuentes de la cartera política. Es decir que el oficialismo estaba preparado para perder, pero no por la diferencia que finalmente arrojaron las urnas.

 

La caída del candidato de Cambiemos en Rio Cuarto no es un problema del radicalismo, sino de Cambiemos en su totalidad, gracias a las apuestas que hizo el macrismo para tejer acercamientos con el intendente saliente, Juan Jure. Dentro del Gobierno, antes de la victoria de Llamosas, se daban por enterados del desgaste de la gestión radical al frente de la segunda ciudad más importante de La Docta, el territorio donde Macri dio el gran bacatazo del ballotage, cuando se alzó con el 72% de los votos.

 

Desde la ciudad de Buenos Aires, el macrismo había tejido un buen vínculo con Jure, especialmente desde que el Banco de la Ciudad de Buenos Aires se transformó en el agente financiero del municipio de Río Cuarto. El acuerdo se concretó cuando el titular de la entidad financiera era Frigerio, uno de los funcionarios de Cambiemos que siguió de cerca el derrotero electoral del sur cordobés.

 

Cuando Jure asumió su mandato tuvo entre sus invitados especiales a Enrique "Coti" Nosiglia, empresario, ministro del Interior de Raúl Alfonsín y uno de los mayores operadores del radicalismo que sostiene y defiende el acercamiento del partido centenario al macrismo. La victoria del delasotismo sobre Yuni no sólo sella la primera derrota de Cambiemos como oficialismo nacional, sino que impacta de lleno en el corazón del radicalismo.

 

"No son momentos para facturas", atajaron voceros del Gobierno para minimizar el impacto del resultado electoral adverso. El propio gobernador cordobés, Juan Schiaretti, se encargó de restarle el impacto nacional al comicio."No fue una derrota de Macri: en Río Cuarto, el Presidente tiene una aprobación e imagen positiva superior al 50%", minimizó mediante declaraciones radiales.  "Los cordobeses distinguen bien: si es un presidente, un gobernador o un intendente, eligen al que consideran mejor. Creer que alguien los va a hacer votar por un candidato es menospreciar la capacidad de la gente", se diferenció el mandatario para resaltar la victoria a favor de Unión por Córdoba, liderado por el tres veces gobernador De la Sota, que acompañó a Sergio Massa en las presidenciales del año pasado.

 

Para De la Sota, la segunda ciudad cordobesa no es un territorio menor: desde hace dos años vive en esa ciudad, en compañía de su actual mujer, nacida en Río Cuarto, desde ahora un nuevo bastión del peronismo cordobés, donde el electorado votó en un calendario totalmente diferente al nacional. El detalle no es menor: no fueron comicios con un candidato nacional o provincial que produjera algún arrastre, sino una elección muy vinculada a la valoración de una gestión municipal que, según admiten en el Gobierno, acumuló "graves deficiencias", una opinión que no alcanza para minimizar el impacto que tuvo para los riocuartenses las medidas económicas de alcance nacional que implementa Cambiemos desde que llegó a la Casa Rosada.

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

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