“La coparticipación es un marco de acuerdos que excede las facultades de un presidente. No es decisión que se pueda dar por decreto, es un acuerdo que involucra a todas las jurisdicciones provinciales” afirma el intendente de Cañuelas, Gustavo Arrieta, en referencia al reciente decreto firmado por el presidente, Mauricio Macri, que eleva el porcentaje de coparticipación asignado a la Ciudad de Buenos Aires.
El jefe comunal del FpV, fue uno de los que litigo con el gobierno bonaerense, la baja del endeudamiento requerido por la mandataria, María Eugenia Vidal, en el marco del tratamiento del presupuesto de la Provincia de Buenos Aires.
Y participó, junto a sus pares del FpV, de la negociación para la asignación de montos especiales para los municipios.
La excusa de Vidal para conseguir el endeudamiento, que en un principio había fijado en más de 90 mil millones de pesos, fue la necesidad de cubrir el déficit financiero de la provincia. Un déficit, que se nutre del desfasaje de gastos de la gestión anterior, pero también, de la histórica desigualdad en el reparto de la coparticipación federal que sufre el territorio bonaerense.
“El gesto del presidente es muy contradictorio para con nuestra provincia” afirmó Arrieta, en diálogo con Letra P. “Porque los bonaerenses tenemos una reivindicación pendiente, y aun en el marco del traspaso de la policía federal hacia la Ciudad, no se justifica” afirmó.
“Claramente el endeudamiento que pidió la gobernadora, y que, aunque con rebaja, se terminó aprobando en la legislatura, fue como consecuencia de la pérdida de puntos de coparticipación” remarcó Arrieta.
En marzo próximo, cuando se inicie el período de sesiones ordinarias en el Parlamento provincial, la gobernadora espera volver a discutir los 30 mil millones de endeudamiento que había pedido, pero que fueron descontados del monto total fijado en la ley de presupuesto.
La decisión del presidente, de elevar en un 167 por ciento los recursos que Nación transfiere a la Ciudad de Buenos Aires, no es buen dato para la futura negociación financiera que deberá encarar Vidal con los sectores de la oposición. E incluso, con los radicales aliados, quienes están al frente de más de 40 comunas de la provincia.