Judiciales

Semana caliente en caso Nisman: indagatorias y una reunión en Washington

Canicoba Corral le apunta al financista Picón y sigue su revancha contra Stiuso. La hipótesis de los sobornos y las circulares rojas de Interpol. Arroyo Salgado festeja la mala hora de Sara Garfunkel.

Arrancó una semana que puede aportar nuevas revelaciones en el caso Nisman. El juez Rodolfo Canicoba Corral firmó las indagatorias para la madre del fallecido fiscal Sara Garfunkel, la hermana Sandra y el financista Claudio Picón, acaso uno de los personajes más enigmáticos que tiene toda la trama por el poder que le había dado al fiscal para que este usara su camioneta de alta gama, una Audi Q52.0 de 2013 patente MPC 641, y por sus conexiones con servicios de inteligencia privados, en especial el de Frank Holder, un ex espía de la CIA relacionado con la agencia de seguridad Kroll que alguna vez supo utilizar el banquero Raúl Moneta.

 

Canicoba se ha convencido de que Nisman extorsionaba a personas vinculadasal caso AMIA con la condición de no requerirles alertas rojas de Interpol que una vez emitidas hacen que los destinatarios no puedan ingresar a ningún aeropuerto sin riesgo de una detención. Esos pagos irían a la cuenta del Merril Lynch en Nueva York.

 

El juez cree ver en Claudio Picón, titular de la empresa PalermoPack S.A., el artífice de esa estructura aunque no termina de entender el rol que cumplíael hacker Diego Lagomarsino. Da por descontado que los gastos de la defensa del informático por parte del abogado Máximo Rusconi corren por cuenta de Picón o de algún financista de su entorno. Esta teoría también es compartida por el fiscal Juan Pedro Zoni quien intenta determinar si los familiares de Nisman, junto a Lagomarsino y Picón son cómplices del blanqueo de dinero de origen ilícito que Nisman podría haber desviado delas arcas del Estado –a través de su fiscalía– o a través de fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia.

 

El juez, que tenía mala relación con Nisman, está cumpliendo la estrategia funcional al kirchnerismo porque detrás de la cuenta en Nueva York quedaría evidenciado el vínculo entre los negocios paralelos de la SIDE y las cuevas financieras del microcentro. Carlos Parrilli, titular de la nueva Agencia Federal de Investigaciones (AFI) ya armó una causa contra Jaime Stiuso con esa acusación. El Gobierno cree que en ese circuito no estaba sólo Nisman sino que aparecerán, en todo el entramado, otros funcionarios judiciales que son interesantes para el oficialismo.

 

Es el caso puntual por ejemplo de quien en la causa aparece identificado como Guillermo N. Salemi, un argentino que tiene a su nombre una serie de cuentas en el estado de La Florida en Estados Unidos. Salemi es uno de los aportantes a la cuenta de Nisman. Por supuesto, se trataría de un intermediario.

 

Por eso no debiera sorprender que en la semana posterior a la decisión de Canicoba la embajadora en Estados Unidos,Cecilia Nahón, le pidiera una reunión al Departamento de Estado para transferir la queja por la supuesta falta de cooperación de las autoridades norteamericanas en la búsqueda del prófugo Stiuso.

 

Quien está encantada con las citaciones para Garfunker y Sandra Nisman es la jueza federal de San Isidro y ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado. Además de tener una relación pésima con su ex suegra al punto de haber dividido la querella, Arroyo Salgado necesita que toda la trama de la cuenta bancaria crezca porque su estrategia para instalar la tesis del homicidio va en la dirección de que esos fondos tuvieron algo que ver con la muerte de Nisman.

 

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